De consejos y otras yerbas curativas.

No me gusta dar consejos. Aborrezco esa tarea implícita que carga el concepto de amistad. Más aun cuando se nos obliga a decidir en el momento. Porque hay que aceptarlo: Cuatro de cinco "consejos" que nos piden son para tomar una acción inmediatamente. "Estoy entre dos minas, ¿que hago?", me pregunta Lucas, un ex compañero del colegio. "Bendito problema", pienso mientras recuerdo que nunca se me había dado esa situación, por lo menos a sabiendas.

"Y...", le dije (van a notar que todos los consejos que de en su vida van a empezar con "y...". Parece una fuckin' formula de cortesía"), "siempre es difícil elegir. Tenés que preguntarte cual te gusta más, con cual te sentís más cómodo, y, sobre todo, con cual tenés más posibilidades"

Parentesis: "Posibilidad" es la superación física aparente del concepto matemático de "probabilidad". Lo probable es posible, aunque lo posible no es probable. Que algo sea posible significa que se puede hacer, en forma física y/o no, en algún aspecto perteneciente a cualquier dimensión. Mientras que lo probable se queda en las tablas de la estadística de números y causas y toda esa mierda que gracias a Dios nunca comprendí.

"Posibilidades" para Lucas no es un verdadero problema. Es un vago fachero, piola, chamuyero, buen amigo, con levante. Un chabón muy distinto al boludo que escribe esto. Nunca he visto, ni me he enterado, que haya tenido mala suerte a la hora de un levante. Asi que, tenía que dejar de plano la respuesta obvia de "posibilidades tengo con las dos... coma espacio imbécil..."

"Posibilidades", para la gente con la que lazos más estrechos tengo, pasa más por una cuestión estratégica que por cualquier otra cosa. Se analiza cuidadosamente las variantes y sus posibles resultados. Todo tiene que estar en su lugar. Hay que estar seguro que el "negro 28" va a ser ganador antes de jugar la ficha mientras la bola baila en la ruleta. Quisieran haber tenido los alemanes en la Segunda Guerra estrategas de nuestra sagacidad. Ningun paso que damos lo hacemos sin haberlo pensado más de una vez. Y, aún así, andamos solos. Estrategias de boludos, al fin y al cabo.

Por eso busco evitar de dar o de recibir consejos. Soy una persona terca. Y como quiero a mis amigos no quiero cargarlos con el error de "cagarla" culpa de alguna de sus palabras, del mismo modo que no quiero sufrir los avatares de su violencia cayendo sobre mi cuerpo y remordiendo mi conciencia.

Hasta pa' la amistad soy un dolobu. Love me or hate me. You choose.

Hoy me estaba quejando de "andar solo", como típico adolescente oyente de música un tanto depresiva que soy. Soy una persona quejosa y el laburo me ha puesto un tanto más quisquilloso. Al punto tal que el banco habra a las nueve y cuarto es capaz de ponerme los pelos de punta.Y como persona quejosa que soy, tengo temas recurrentes: el clima de mierda, córdoba: ciudad de mierda, el laburo de mierda, los pacientes de mierda, y todo en esa mala vibra.

"Andar solo" no es tan recurrente, pero sabe salir de tanto en tanto, como cuando en las conversaciones que tengo con los chicos pude llegar a ser un poco pesado con el tema del tamaño de las glándulas mamarias de algunas famosas celebridades, long time ago.

En fin, "Andar solo" salió hoy mientras Pablo me contaba algo de su apasionante historia. Y fue cuando me dio uno de esos consejos que no parecen ser consejos hasta que los sacas de contexto. O sea, no existen voces que digan "Luke, use the force and run to Dagobah" mientras uno huye desesperadamente de la falleciente Estrella de la Muerte. Todo se resume a extractos de maravillosas conversaciones en donde el "¿que hago?" pocas veces se deja ver.

"NO ESTES BUSCANDO ALGUIEN PARA NO ESTAR "SOLO". BUSCA ALGUIEN PARA QUE "ESA" PERSONA NO ESTE SOLA. NO BUSQUES UNA "MULETA"; CONVERTITE VOS EN MULETA"

Pablo de la Cruz Fernandez. El Holandes. Una persona fascinante.

Eso es saber dar consejos y no dejar que una moneda bailando con su brillo bajo el resplandor del azar decida por nosotros y otros.