jueves, enero 24, 2008

15 Minutos A Solas: Tropezar, para levantarse, caminar... y tropezar...

Hoy quería sentarme, dentro de este infierno arquitectónicamente deforme, y pensar en desandar la trama compleja de algo que tenía en mente. O, tal vez, avanzar un poco en la, que se me hace siempre complicada, lectura de “Adiós a las Armas”, de Ernest Hemingway. ¿Quién les dice?. Hasta haber prefacturado y haber atendido con todas las ganas, podría haber hecho, como trato de hacerlo todos y cada unos de los días que me toca estar sentado aca.

Estaba de buen humor. DE MUY BUEN HUMOR. Sobre todo si tenemos en cuenta que de las vacaciones (pedidas para la primera quincena de enero y todavía seguimos acá, en la tierna espera), ni noticias; del sueldo de diciembre, ni la más pálida idea (y no indaguemos sobre los aguinaldos, adeudados desde diciembre de 2006), y de la deuda que tienen los buenitos (léase como “recalcados hijos de grandes putas. Bien merecidos van a tener el infierno, la san concha de sus putas madres”) muchachos de la gerencia con nosotros, la plebe.

Aún así, estaba de buen humor. Febrero pinta complicado, para que mentirles: Facultad, vivir en el interior, deber materias del secundario y un trabajo de 8 horas mal pago, no es un panorama alentador, pero lo mismo, esperaba ese mes con buena cara, porque significaba empezar “en serio” el 2008. Gente nueva, de vuelta la experiencia de la facultad, las expectativas que iban tomando forma, dejar atrás un fantasma inmundo como el secundario. Por eso estaba de buen humor: las cosas iban tomando forma, lentamente cayendo en un lugar certero, como si de un juego de tetris se tratara. Es más, tener franco este fin de semana (ahora, mañana, ahí a la vueltita de las doce del reloj), hacía que el reseco césped donde estaba parado pareciera un poco más verde. Pero...

Lo aburrido que sería el mundo si no tuviera “peros”...

Vamos a ir por partes, más ahora que este año me prometí ser organizado y metódico: Enero no me gusta. Me parece un mes de mierda desde que era chiquito, cuyo únicas cosas salvables eran la llegadas de los reyes. But, guess what?. Crecí, y cambiaron las perspectivas de las cosas. Los reyes son sólo el día en que faltan y pasaron seis meses para mi cumpleaños y es, por default, el cumpleaños de Martín. El resto: Un mes aburrido, caluroso, donde Córdoba se vacía y no hay una mierda para hacer por ningún lado. Excepto, estos últimos años, trabajar, primero en la distribuidora y ahora desde donde ensayo estas últimas palabras, porque gracias a Dios se acaba.

Este año, decididamente, lo comencé con el pie izquierdo, por el tema de las vacaciones y otras circunstancias personales que no vienen al caso porque ya las discutí con quienes consideré necesarios discutirlas. A esas personas, mil gracias. Tenía planes para las vacas, que, por razones obvias, se fueron al caño. Es incompatible ir de viaje y estar en la guardia, atendiendo gente (sudando porque la administración del Hospital Español Medical Plaza S.A. decidió violar toda normativa contra incendios y soldar las ventanas de la guardia, convirtiendo este puto lugar en un maldito infierno), sobre todo en el aspecto físico y si se da al mismo tiempo. Entonces, decidí postergar el viaje, aunque por la fecha elegida hubiese tenido que reducir la duración del viaje debido a motivos estudiantiles. Lo mismo, quería hacerlo, aunque fuese estar dos días.

Por otro lado, en lo que se refiere sentarse y escribir, o recostarse y leer, fue un mes más. Libros que pude leer (Varios) y algunos que me resultaron imposibles (Faulkner, por ejemplo), y que me sirvieron para tomar ideas y replantearme algunas cosas, y buscar experimentar algunas cosas nuevas, tanto en el tema de la escritura como de forma personal.

Todo venía así. Intrascendente, de verdad, dentro de lo que enero ya me tiene acostumbrado, hasta el día de hoy, el leiv motiv de estas palabras.

El ocho de enero presenté, a la gente de la mal llamada y pésimamente aplicados “Recursos Humanos”, una nota, “a los efectos de solicitarle cambio de turno a partir del 1º de febrero del corriente año, por motivos estudiantiles”. Así, burocráticamente hablando, les dije que en febrero cambiaban mis prioridades. Fui a la oficina, presenté la nota y mi vida siguió el curso normal al cual enero me tiene acostumbrado. Para ser honestos, mucho no me sorprendió que la gente de recursos no haya movido el orto para ver las soluciones que, en teoría, les tendría que aportar al empleado. Lo sucedido con las vacaciones me había dado ya un triste antecedente.

Pero, que se yo, ilusamente (ponele) esperaba un gesto de buena voluntad por parte de esta gente. Llegar hoy al trabajo y enterarme que en febrero, si queríamos vacaciones, íbamos a tener que trabajar 12 horas o dobles turnos, además de que (a ver si adivinan....) no me iban a cambiar de turno, lo que produciría una nueva incompatibilidad entre mis horarios (Facultad, de 14 hs aproximadamente hasta las 21 hs, entre el cursillo y la carrera en sí, y trabajo de 14 a 22hs, todo el mes incluido feriados, excepto siete días al mes, que en febrero iban a ser seis), y encima que no iban a pagar el sueldo que nos tendrían que haber pagado hace dos semanas, me hizo plantear seriamente unas cosas a la oficina de recursos, donde la srta. Belén Avaca se excusó de su incompetencia y la de su oficina, alegando que “ya muchos problemas les había causado”.

Veamos, entonces, que problemas me han causado ustedes, Srta. Avaca y gente del aparato administrativo.

Cuando me pasaron del turno noche a trabajar a la tarde, ni se me consultó si de algún modo eso interrumpía algunas actividades que yo estuviese llevando a la tarde. Solamente, me informaron que, desde el mes siguiente, mi horario era otro. Y mis proyectos para esa mitad del año, quedaron de golpe truncados. ¿Me oíste quejarme? No. Cuando la gente del turno tarde me preguntó si yo podía pasar a la tarde, les dije que no, porque tenía ya mis cosas organizadas. Pero lo mismo, les pasó por el forro de las pelotas, al igual que otras tantas cosas. Alegando que iba a tener que renunciar, me terminaron por pasar. Me pidieron ser “un buen compañero” y lo fui. Lo mismo me pidieron las veces que tuve que cortar salidas porque ustedes no pagaban o porque mis compañeros me dejaron clavados en otros turnos, y yo, de boludo, lo fui. Y ahora, cuando yo pido que ustedes sean buenos compañeros, que me ayuden a desarrollarme profesionalmente (recuerdo muy bien que me hicieron firmar un reglamento en donde ustedes decían que el desarrollo del personal era lo más importante, pero no puedo alegar nada, ya que ustedes todo lo firmado se lo pasan por el culo), empiezan a decirme que tal, que cual, que no se puede.

Así que, ¿saben que?, por mi pueden irse bastante bien a la mierda. De ustedes, ya no tengo ni esperanzas de cobrar una parte de todo lo que me deben. Y ni hablar de meterme en un juicio desgastante para cobrar una pequeña plata que, por más que me haga mucha falta, no me va a servir para mucho, en vista de gastos que provocaría una demanda judicial y etcétera.

Les aviso, nomás, que desde el cuatro de febrero, yo a la tarde no voy a estar disponible. Va para Víctor, Nati y Pablo, también, para que vayan organizándose y puteandome, si quieren. No es mi culpa, sino la de los pelotudos que alegan ser quienes se preocupan por nosotros.

Y si no les gusta, pues, por mí tranquilamente se pueden ir de vacaciones al mismísimo canto que forman sus dos cachetes del culo. Es más, si quieren, les cedo mis semanas de vacaciones. Así de paso se las pierden por el hueco por donde no entra la luz del sol, saben?

2 sorprendidos por semejante idiotez:

El Holandés Herrante dijo...

Ja! Muy bueno, lástima que no sé si reirme o llorar con vos...

morena dijo...

Hola matias te leo y en mi trabajo estamos pasando por algo parecido,con la diferencia de que yo ya me tome mis vacaciones pero yo tengo que pagar a quine me reemplaza,estamos pidiendo aumento de sueldo y na´,asi que pero bueno,si tuvieramos plata seriamos ntros los patrones y no seriamos empleados,no con esto digo "agachar" la cabeza,no!!! para nada,habra que idear la forma de hacerles sentir que somos empleados pero que tenemos "DIGNIDAD",arriba!!! PIQUETE!!!! Jajajajaja.... un beso