domingo, septiembre 30, 2007

Listen Up!: "Toro y Pampa", de Almafuerte



La idea original de este espacio era ir posteando todas las semanas (no una vez cada cuando se me cantara el pito) una reseña y un link de descarga de un disco. Lamentablemente, por falta de voluntad y de tiempo, sólo hasta ahora he podido postear una sola. El eje de la columna se iba a centrar en la variedad que iba a ir tomando esto, paseando por géneros e idiomas, sin importar el género del disco reseñado, pero, ahora si debido a la falta de ideas más que otra cosa, debo reincidir en mi género predilecto, el metal.

Esta reseña se trata sobre la última producción del buque insignia del heavy metal argentino, la banda porteña “Almafuerte, cuyo disco se llama “Toro y Pampa”.

No es un disco conceptual, ni nada por el estilo. Tiene un sonido metalero marcado y con melodías que van desde excelentes composiciones como “Debes Saberlo” hasta himnos con futuros de clásicos, como “La máquina de picar carne” y “Pensando en llegar”, pasando por temas reflexivos y actuales, “Vencer el Tiempo” y “Cosas que pueden pasar” (un tanto bizarro este último, je), e inclusive temas que podrían haber sido un hit en la radio como “Toro y Pampa”, donde se deja de lado el perfil metalero del conjunto.

Analizando tema por tema uno se da cuenta que el amor es uno de los hilos conductores (tal vez el único) que tiene todo el compacto. En el citado “Debes Saberlo” se puede escuchar lo que sucede si en la vida de uno no existe el amor, en “Pensando en llegar” se hace referencia al gran aguante que tiene esta banda (por el amor de Dios, yo soy testigo), y así a lo largo del disco, se va abordando esta temática desde distintos ángulos.

Es una de las primeras producciones que hace sin tener como productor a Ricardo Mollo, novio de la actriz Natalia Oreiro y guitarrista de la banda “Divididos”, y se nota que se salen un poco del perfil de metal clásico que tuvieron en anteriores trabajos.

La edición que yo tengo (bastante nuevita, de por cierto) contiene como bonus tracks a dos temas clásicos: “Se Vos”, en una sublime versión acústica, y a la versión en vivo de “Por Ser Yo”.
Lo único reprochable es trabajo de arte, algo que, para ser honesto, no es el fuerte de la banda. Resulta incomodo buscar el librito con las canciones dentro de las partes plegables de la caja, y, sencillamente, es feo. Aunque puede que sea mi apreciación personal.

Dejando de lado las consideraciones estéticas de esto, el cd es un producto limpio, que suena claro y fuerte, donde se nota y mucho la forma en que la banda ha desarrollado un sonido propio, que lo aleja un tanto de sus primeros trabajos y sus influencias directas como “Hermética” y “V8”, clásicos nacionales de donde provienen sus miembros.

Ah! Y este post viene al tanto porque faltan solamente dos semanas para poder perder la cabeza escuchando a Ricardo y compañía. La cita es en Palm Beach (todavía no puedo creerlo) el sábado 13 de octubre. Así que, los espero por allá.

sábado, septiembre 29, 2007

Leíste este Comic?: "El Eternauta", por Héctor Oesterheld y Francisco Solano López




Pocas obras argentinas, ya sea en literatura, música, comics, teatro, cualquier tipo, van cargadas con cierto misticismo y referencias populares como las tiene este excelente relato dibujado, producto de la imaginación del desaparecido Oesterheld y el excelso dibujo de Solano López.

Este año está cargado de memoria, sobre todo en lo que concierne a esta obra: Se cumplieron cincuenta años de su primera edición en el semanario “Hora Cero”, cuando el cómic era bien popular y tenía una excelente factoría nacional, y se cumplieron también, en una especie de triste equilibrio, los 30 años desde la desaparición del autor fundamental de la obra: Héctor Oesterheld.

Yendo a lo que acontece en el papel, el cómic es un ejemplo de clásica ciencia ficción: una invasión extraterrestre, hecho que ya había sido tratado anteriormente por este equipo en un trabajo llamado “Marcianeros”, que no trascendió debido a quedar opacado por otras obras del mismo autor, como está o “Mort Cinder”, trabajo que es más conocido en el exterior que aquí en Argentina, y al que les ando con unas ganas que ni les cuento.

Bueno, el cómic llama la atención por la forma en que es encarado el asunto: La cotidianeidad que hay implícita en cada cuadro, los lugares comunes y conocidos por todos, el miedo real de que eso pueda pasar en cualquier momento, transformando esos lugares cotidianos y a los cuales no se les prestaría atención en escenarios de los más insólitos e insospechados acontecimientos.

La historia trata de la forma en que Juan Salvo, familia y un grupo de amigos, deben adaptarse a esta nueva realidad, y aprender a combatirla. La historia comienza con la épica y famosa nevada mortal que hay en Buenos Aires (en algunos foros, como el de paintball que solía frecuentar, se leían cosas como: “Cagamos, se vienen los Ellos”, y mensajes de parecida índole), el descubrimiento que se trata de una invasión de seres de otros mundos, la resistencia del ejército y la posterior transformación de Juan Salvo en el “viajero de la eternidad”.

Para no spoilear y hacer barullo al pedo, vamos a decir que la obra tiene un alto contenido simbólico y político. No por cualquier cosa el autor pertenecía al movimiento de resistencia clandestina “Montoneros” y se utiliza esta obra como icono de la resistencia durante las diversas dictaduras militares.

En el ámbito conceptual, Oesterheld reniega del héroe individual, para hacer uso del concepto de “héroe en grupo”, donde los diversos elementos adquieren cierta importancia de acuerdo la trama va avanzando. Además, los orígenes diversos de los protagonistas principal otorgan un variado cuadro de orígenes y vivencias, donde se busca apuntar a una obra conciliadora con cualquier clase de público.

El dibujo, lo admito, no es mi fuerte y no sería digno que yo lo analizara. Muy pocas veces un cómic se me ha hecho difícil leer porque no me gustara el dibujo. Este no es el caso: Solano López demuestra una jerarquía impresionante manejando el lápiz y, aunque algunas veces se queda corto debido a la intensidad del guión, cumple muy bien su cometido y refleja fielmente lo que sucede. Se merece aclarar que la forma en que hace referencia a los lugares donde acontecen los hechos (el estadio de River Plate es un claro ejemplo de esto), los hace reconocible a simple vista y no desencajan con el relato.

Concluyendo, “El Eternauta” es una de las obras literarias más importantes de la producción nacional de mediados de siglo, y una de las más cargadas ideológicamente, cosa que puede llegar a incomodar a algunas personas. En lo estilístico es un ejemplo clásico de la ciencia ficción de la edad de plata, por lo menos a lo que el contenido se refiere y al encuadre que se le da lo hecho, haciéndose formidable debido, de vuelta, a la forma en que uno puede reconocer los lugares de los acontecimientos.

Cabe destacar que uno de las mayores razones de su éxito ha sido que su contenido (la resistencia en contra del opresor, tanto interno como externo) es siempre, de uno u otro modo, actual, lo que ha derivado en otras adaptaciones y continuaciones que se han extendido hasta el año pasado (donde Solano López dibujó “El Eternauta, el Regreso: La Búsqueda de Elena”), siempre centrándose en el personaje de Juan Salvo como el de mayor relevancia.

Noche

Mi noche no termina hasta cruzar el río, subir la loma, entrar a la plácida cama, desmayarme y despertarme cinco horas más tarde, escuchando formarse el azaroso caos dentro de mis oídos. Son las once de la mañana, pero afuera aún resuenan pasos esquivos de noches bizarras.

No importa si llego ebrio o no. De todos modos hay siempre belleza en el caos.

Tiefe Brunen muß man graben / Wenn man klares Wasser will / Rosenrot oh Rosenrot / Tiefe Wasser sind nicht still

La desventura empieza entre ex compañeros. De facultad y de secundario. Sentado entre los dos, perdidos entre una charla, hablando en voz alta para tapar el crepitar de un parlante en mal estado. Dentro de una prisión que recorre otra prisión. Todas las desventuras deberían empezar del lado del boulevard Perón, frente a la Terminal. Es noche aún y recién a la vuelta se comprende.

Hay un balcón iluminado allá a lo lejos y que contempla, por encima de nosotros, la violencia tomar forma entre los puños de los hombres. Ignoramos la épica de esas manos. Seguimos caminando. Hay presagio en nuestras voces. Deseos callados de poder perdernos más allá de donde alcance nuestros sentidos.

Hay siempre belleza en el caos.

Un famoso conductor de televisión nos sirve una jarra de cerveza. Puedo ver el baile silencioso de labios que no emiten sonido alguno. Obvio, por algo es silencioso. Me siento Alex. Me siento John. Me siento Winston. Me siento alguien que cita personajes de ficción.
La jarra sigue ahí, transpirando el vacío, flanqueada por los papelitos de maní. Su esencia sigue ahí, presente entre el murmullo de parlantes y el presagio de una noche, aunque ahora son dos botellas.

Muerdo un limón y miro a la moza que nos trae la cuenta. Su morena belleza. Córdoba es demasiado cruel con los enamoradizos. O puede ser la Heineken quién hace parecerlo.

Ich muß zerstorën / Doch es darf nicht mir gehorën / Ich muß zerstören / Doch es darf nicht mir gerhorën.

Hay una ciudad que se dibuja mediante el eco de mis pasos. Hay un celular que vibra en mi bolsillo. Errantes palabras vienen, errantes palabras van. La paradoja de la comunicación. Estar pero no estar. Una reversión moderna de Hamlet.

Hay un estacionamiento caótico, que contemplo desde mi pequeñez humana. Un ascensor baja y sube, cargando autos que deposita en unos cubículos que penden de un hilo etéreo. Una ciudad llena de fantasmas. Eso es a lo que los autos les dan la espalda. Dejan los miedos colgando en la General Paz.

Frente a mí se dibuja un barco congelado en la eternidad del papel.

Erramos silenciosos. Difícil saber que suerte guía nuestros pasos hacía ese paraíso caótico de luz azul. Dentro, espera los sonidos que caen desde el techo hacía hombros vestidos y desnudos. Espera la verdadera razón de todas las desventuras que empiezan desde el boulevard Perón.

Ahí dentro toca Carlos Alfonsín.

Puedo ver musas, pero permanezco en silencio. “El ‘No’ ya lo tenés”, me miento. “Arriesgate”, juego. No hay caso. Córdoba es impiadosa con los enamoradizos y los tímidos. Por eso se carga de fantasmas.

Todas las inseguridades circulan en libertad por sus calles, y se juntan a beber en la esquina oscura de Independencia e Hipólito Irigoyen. Se ríen y charlan en torno a una jarra de cerveza holandesa, o de botellas de cerveza mexicana, mientras dejan acumularse los restos de las bolsas de maní.

Las inseguridades contemplan la morena belleza de la moza que los atiende, durante toda la larga noche.

Feuer und Wasser kommt nie zusammen / Kann man nicht binden sind nicht verwandt / In funken versunken steh ich in Flameen / Und bin im Wasser verbrannt

Carlos Alfonsín teje sobre los vinilos la parodia del caos. El ritmo nos marca, surge desde dentro de la nada misma. Se genera y se pierde, mientras absortos seguimos contemplando.

Él, Carlos, es también un espectro en mi ciudad mitológica cargada de miserias.

Hay belleza inconfundible en el caos. O puede ser la Heineken quién habla.

Prisión

¿Cuan inmensa puede llegar a ser esa prisión que nos contiene, mi vida? Estamos los dos aquí, separados por unos escasos metros, pero puedo sentir como tu mirada viene desde mucho, mucho más allá. Agarrada del parante, veo como quieres bailotear al ritmo que esta metálica cárcel impronta sobre el asfalto, tratando de convencerte que todos los que estamos aquí no compartimos la misma desgracia. Por más que quieras, no podrás ver a través de los vidrios. Puede que sean tan oscuros como el plástico de tus anteojos.

Si es tu primera vez, no te preocupes. Las posteriores suelen ser muchos peores.

“En mis sueños hay una figura. El contorno de una figura, mejor dicho. Se acerca a través del lado de mi espejo y me mira, y parece a punto de abrir la boca, pero una sombra negra se lo impide, surgiendo de la misma nada a donde ella pertenece. El rostro toma un rictus agónico. Queda flotando en el aire un aroma a ciruelas, cargado de nostalgias.
Abro los ojos. Enfrente de mi puedo observar esa eterna distancia que me separa de la gloria y que me destierra a mis temores. Siento que soy ese fantasma que ahora se sienta y llora”.

Es cuestión de dejarse guiar por el tiempo. Tic, tac, tic, tac, tic, tac. Unos minutos, tal vez unas horas, hasta que tu cuerpo se canse y clame por el asiento que tienes al lado y que hiciste muy mal en ceder. Desde que la memoria es memoria esto ha sido así. Aunque ahora sean para otra cosa. En tu mirada inquisidora ¿soy sólo uno más? ¿o soy el único? Acércate y háblame, rompiendo este silencio implícito de la censura.

“Puedo verlo escribiendo en una pared, resbalando las manos a través de los ladrillos y de la sucia fachada. Deja un ébano trazo, legible, de notas resonantes en lo profundo de la inconciencia. ¿Por qué clama? Puedo sentir su sufrimiento, mientras escarba en mi mente, dejando su rastro de negra incomodidad”.

Si es tu primera vez, no te preocupes. Las posteriores suelen ser mucho peores.

Tus labios tientan al sonido. Quieren librar batalla. Se puede leer en tus ojos. Lástima que hayamos decidido dejar de leer hace mucho tiempo. Leer en estos tiempos es una guerra silenciosa, donde se deja en el campo más que el réquiem de los violines eternos. No peleamos por inmortalidad. Si estás aquí, a escasos metros, es porque sabes cuan imposible es la victoria y cuan efímero es un triunfo logrado. No luchamos por la inmortalidad, no. Nuestro legado tiene que ir mucho más allá, mucho más allá de eso.

“Muere en un agónico grito de silencio. No hay nada antes y no queda nada después. Fue sólo un fantasma perdido en el inconsciente, anhelando la misma libertad que nosotros clamamos. Sus rastros son difusos: Pintura negra, paredes grises y la sangre roja. Lo motiva la sangre. Sus ojos inyectados parecen decirlo todo. Las palabras se leen nítidas, pero hago el esfuerzo de no leerlas”.

Ante la pesadilla, despierto.

Si es tu primera vez, no te preocupes. Las posteriores suelen ser mucho peores. Sobre todo cuando hacen paro

jueves, septiembre 27, 2007

Recomendación Semanal: "On Writing", de Stephen King


Este libro lo compré por impulso, en una librería ubicada en el Cerro de las Rosas, donde me di con tener que elegir entre este libro, “Muertos de Amor” de Lanata y la prosa completa de Alejandra Pizarnik. El resultado de la elección (este libro y el de Lanata, que me terminó pareciendo malo), puesto ahora en perspectiva, me parece algo injusto, al darme cuenta que tomé una mala elección al haberme dejado llevar por una lista de best-sellers nacionales.

Pero, bueno, acá estamos, reseñando un libro que es llanamente sorprendente, y que me dio gusto leer en su momento. Recuerdo de haberlo leído (a este y al de Lanata) en una sola noche, y que al día siguiente, ya lo estaba leyendo nuevamente, tomando nota y empezando a aplicar los consejos que el buen chango de Stephen nos acercaba.

El libro parte de una preocupación personal del autor sobre lo que es el lenguaje, una pregunta que a los grandes autores no les saben hacer. Tomando en cuenta eso, King desarrolla un excelente ejercicio bibliográfico, ameno para el lector casual e interesante para quienes, como yo, tienen la esquiva ilusión de producir literatura en algún momento de sus vidas.

Una primera parte, llamada “Curriculum Vitae”, es una pequeña off the record autobiografía del autor, donde muestra sus acercamientos con la palabra y los raros y divertidos momentos que ha vívido gracias o a pesar de ella. Acá muestra un poco sus experiencias personales, donde deja entrever un poco sus opiniones sobre lo que es la escritura y como fue modificando su vida, mientras iba creciendo. Esta “biografía” está muy emocionalmente cargada: Stephen King no se guarda nada (bueh, parece que no lo hace. Uno nunca sabe) y cuenta desde su humilde infancia con su madre soltera y como ella lo impulsó a escribir cuentos, hasta como es el lugar donde escribe, pasando por las diversas experiencias que vivió a la hora de publicar cuentos en revistas y como dio luz a su opera prima, Carrie. Habla también de su adicción a las drogas y como canalizaba esta frustración en sus escritos. Es un texto a simple vista muy honesto, y cargado de consejos intrínsecos (“No te desesperes”, “Las drogas no tienen nada que ver con la creatividad”, “Sigue una carrera universitaria, aunque sea por las dudas”, “No te guardes de nada”, “Escribe, Escribe, Escribe”).

La segunda parte, llamada “Qué es Escribir”, se asemeja a un manual de estilo, con ciertas improntas personales que el autor nos acerca. Aquí hay varias instrucciones para los futuros autores, además de consejos estilísticos (“no usar adverbios” es el más recurrente, je, junto a “leer, leer, leer”, con el cual estoy muy de acuerdo), acompañados siempre por la experiencia de King, que tira también ejercicios de redacción (como y donde), creación de situaciones y hasta de correcciones. Muy bueno, en realidad. Por lo menos a mí me han servido de ejemplo. El capítulo o parte (muy extensa para uno, muy corto para otra) termina dando consejos sobre la edición y publicación, además de formas de entrar en contacto con editores y, finalmente, concluye que uno tiene que escribir por motivo propio: por necesidad emotiva, intelectual, etcétera, pero sin mediar ánimo lucrativo de por medio.

“Posdata: Vivir” es una de las mejores metáforas de cómo la escritura es un génesis y un motivo y medio para vivir, más allá de las adversidad. Contundente, reflexiva, profunda y cargada de emotividad, nos acerca la visión que tuvo Stephen King sobre una experiencia que lo tocó muy de cerca (Ahondar acá sobre eso sería “spoilear” en forma horrible lo que dice el libro y la forma en que lo trata)

Al final hay dos anexos: Un ejemplo de corrección de un cuento inédito en ese entonces (1408, del cual creo que se está haciendo una película – ampliaré más adelante -) y una extensa bibliografía de consulta. Como la totalidad de esta lista son de autores anglosajones es muy difícil encontrarla por las cercanías cordobesas, supongo. No me he puesto a buscarlos tampoco, xD.

En resumen, este libro lo recomiendo porque es muy significativo para mi y porque es una herramienta muy útil para cualquier escritor. Ha sido uno de lo que más me ha marcado y me incentivó, en su momento, a sentarme a escribir en forma regular y precisa. Debe haber sido una de las razones por las que nació este blog, así que, ya saben a quien culpar.


Donde conseguirlo:

Yo lo compré en la librería “Blackpool Cerro” (no sé donde está la del centro) por $20.
También lo vi en librerías de saldos y en El Ateneo, por el mismo precio. Para consultas online, prueben en http://www.tematika.com/, que es la web de Yenny y el Ateneo.

miércoles, septiembre 26, 2007

Sólo pienso en llegar

Este post va por partida doble: Una, porque llegué al mensaje 85, y significa que estoy a quince nomás de llegar a los 100 posts; y Dos, que cada vez falta menos para que toque almafuerte en córdoba!!!!!!

Mañana empiezan los preparativos para una sopresa!!! (hay que ver si el presupuesto resiste xD)

hasta ese entonces....


Los saluda...

Matías
aka: el idiota

Problemas Financieros (o como curarse de la promiscuidad crediticia en tres pasos simples)

Es sencillo. Siempre llega esta parte del mes y tengo ganas de gastar, gastar y gastar. Así es como llego a principios de mes (notese la diferencia pequeñísima de ... una semana) y ya ando con el agua un poco al cuello, pero chocho de la vida porque ya tengo todo lo que supuestamente tendría que tener. O por lo menos lo que quería para ese mes.


En palabras de Federico: "La forma en que gastas la guita me parece boluda"
Respuesta de Matías: "Como que me chupunhuevo"


Palabras de mi señora madre: "Me parece que deberías comprarte algo de ropa nueva"
Matías: "Sí, te parece nomás"
Madre: "En serio te digo. Te van a cagar a pedos en el trabajo"
Matías: "Contratan al groso, no a la ropa que usa. Además la semana que viene voy a tener las remeras por los cien posts del blog"
Madre: "..."
Matías: "..."
Madre: "Qué es un blog?"
Matías: "..."


En fin, volviendo al tema, estoy contento a pesar de encontrarme con un futuro un tanto oscuro en lo que a mi economía personal se refiere, que me obliga por primera vez a sentarme y hacer cuentas para quedar bien parado.


Y no es la primera vez que me pasa. No, señores. Tengo la innata capacidad de meterme en cuentas dificiles de saldar sólo por amor al deporte.

martes, septiembre 25, 2007

Se acabó la Feria del Libro


Se acabó la Feria del Libro, y vista desde el día después, parece haber sido tan efímera como los versos de las cartas “Junot”. Una pena tener que decirlo así, pero es lo que parece.

Ahora queda solamente esperar un año (menos dos semanas) para verla de vuelta instalada ahí, en la Plaza San Martín, haciendo morir de envidia al Cabildo con la belleza que contienen sus blancas carpas.

Terminó la Feria del Libro, y sólo fui dos veces, con severo miedo de tentarme y comprar impulsivamente... Bueno, me di cuenta que el miedo no es un verdadero freno para las verdaderas tentaciones.

La caza (como había dicho antes en otro posts) de esta feria del libro fue:

“Peinate que viene gente”, de José Playo (el primer libro que compré).
“La Naranja Mecánica”, de Anthony Burgess
“Un Mundo Feliz”, de Aldous Huxley
“Filosofía y Letras”, de Pablo DeSantis.
“El Enigma de Paris”, de Pablo DeSantis.
“Bar del Infierno”, de Alejandro Dolina.
“Llévame volando a la luna”, de Daniel Salzano.

Eso fue el primer día que fui (jueves 13)

Ayer me compré

4 tomos de “Battle Royale” (2 al 5), manga japonés de Koushun Takami y Masayuki Taguchi.
“Dios es redondo”, de Juan Villoro.
“Cuentos Completos I”, de Isaac Asimov.
“Los Días del Venado”,
“Los Días de la Sombra”,
“Los Días del Fuego”,
es decir, “La Saga de los Confines”, de Liliana Bodoc
“Cuarto Oscuro”, antología cordobesa de autores varios.
“Crónicas del Ángel Gris”, de Alejandro Dolina
“El Juguete Rabioso”, de Roberto Arlt.
“Los Lanzallamas”, de Roberto Arlt.
“El Libro del Fantasma”, de Alejandro Dolina.
“Fahrenheit 451”, de Ray Bradbury.
“El Gato y el Ratón”, de Günter Grass.
“Las Uvas de la Ira”, de John Steinbeck.
“Mort Cinder”, de Héctor Oesterheld y Alberto Breccia. (regalo para el pá)
“Argentinos”, de Jorge Lanata (regalo para la má)
“1984”, de George Orwell (regalo para la pende)
“Pesadilla para Hackers”, de Pablo DeSantis (último libro que compré)

Sumen eso a los libros que tengo todavía por leer.... Tengo para mucho....

lunes, septiembre 24, 2007

Fragmento: "A Clockwork Orange", de Anthony Burgess

Sabía que leyendo este libro iba a encontrar un fragmento realmente memorable. Todavía no lo terminé (me sorprende que me tome más tiempo del usual en leer un libro tan cortito - leáse como: los blogs te están comiendo la cabeza chico-), pero esta parte en especial se merece un apartado digno de señalar:



- Algunas veces no es grato ser bueno, pequeño 6655321. Ser bueno puede llegar a ser algo horrible. Y te lo digo sabiendo que quizá te parezca una afirmación muy contradictoria. Sé que esto me costará muchas noches de insomnio. ¿Qué quiere Dios? ¿El bien o que uno elija el camino del bien? Quizás el hombre que elige el mal es en cierto modo mejor que aquel a quien se le impone el bien. Son problemas profundos y difíciles, pequeño 6655321. Pero lo único que deseo decirte ahora es esto: si en algún momento del futuro evocas esta situación y me recuerdas a mí, el más bajo y humilde servidor de Dios, te ruego que no me juzgues en tu corazón, ni creas de algún modo que soy parte en eso que te estará ocurriendo. Y ahora, hablando de ruegos, advierto con tristeza que ya no servirá de mucho rogar por ti. Estás entrando en una región nueva, fuera del alcance de la plegaria. Una cosa terrible, si bien se mira. Y sin embargo, en cierto sentido, al aceptar que te priven de la capacidad de tomar una decisión ética, en cierto sentido realmente has elegido el bien. O por lo menos eso quisiera creer. Eso quisiera creer, Dios nos asista a todos, 6655321. - Y aquí se echó a llorar.

Las tablas quedaron en silencio

No sería buen redactor de noticias. Ni siquiera para los títulares serviría. Tal vez por eso me enfoco más en otras cosas, que no sean tan efímeras como las noticias que vienen y van a lo largo y ancho del mundo.

De seguro, el título te adelanta algo. "Alguien murió", habrás pensado, y con toda razón. El silencio es inequívoca señal de muerte, en cualquier aspecto, incluído en el mundo del teatro, del cual se bastante poco por lo cierto, cosa que me da un poco de vergüenza.

El sábado murió un gigante. Uno de los verdaderos genios, de esos que uno puede esperar toda una vida para que estén cerca de casa, y aún así no ir a verlos. Esas personas son boludos. Ergo, yo soy un boludo.

Y después me preguntan porque el blog tiene la boludez de "idiota", por el medio más o menos.

Murió Marcel Marceau. El nombre no te dice nada, ¿verdad?. Muchos de lo que leerán esto se preguntarán quién fue este susodicho señor.

Marcel Moreau fue un mimo. Tal vez el más grande de todos los tiempos. Un verdadero gigante de los escenarios y uno de los exponentes más fuertes del teatro.

La noticia por aquí. Un sentido homenaje, por acá

Vía: Mi vieja y el blog de pablo.

Sín título. Otro post y ya van...

Así empiezan ciertas cosas... Como una pequeña bola de nieve en la cual te ves de pronto metido hasta el cuello y, sin embargo, agradeciendo por ir rodando cada vez más rápido, a pesar que siempre hay un inevitable final.

Pero la gracia de dejarse atrapar es no pensar en donde está el final. No nos haremos mierda mientras pensemos que no nos vamos a hacer mierda. ¿Se entiende?

Por eso, hoy estoy contento, a pesar de algunas noticias y cosas que te tiran todo en contramano, como si quisieras subir por Chacabuco hasta Plaza España por el medio de las manos. Tengo que facturar (con todas las letras: a mi derecha -debajo de "La Naranja Mecánica"- tengo un montón de planillas de PAMI y eso que eso representa un poco nada más de todo lo que hay que hacer), mañana voy a pegarme una nueva desilusión con el sueldo, voy a tener que quedarme despierto hasta las ocho, mínimo, y hasta las doce si quiero visitar la feria del libro, se murió Marcel Marceau, perdió Talleres, en fin...

Pero estoy contento. Díficil explicar porque. Me siento bien por no poder encontrarle un título a este post, por haberme sumado a otro desafío y por invitarte a vos que lo hagas. Me siento casi feliz de haber hecho un banner tan malo como el que está ahora y orgulloso por el que voy a poner dentro de otros posts.

Estoy bien conmigo mismo porqué me prometí seguir y hasta ahora no flaqueé. Porque ya van 80 posts de este blog y porque aún así sigo sin perder las ganas de escribir y hablar, aunque parezca que nadie me escuche.

Estoy feliz porque les voy a dar un regalo a todos quienes me acompañaron durante estos dos meses y a aquellos que decidan acompañarme desde ahora en adelante.

Estoy feliz por escribir un post boludo como este, y porque el viernes toca de vuelta Carlos Alfonsín y porque faltan 20 días para que pueda ver de vuelta a Almafuerte.

Estoy contento porque el final no es final, hasta que yo me digne a admitir que tal cosa existe. Y porque sé que vos me estás leyendo.

Gracias, por acompañarme durante estos dos meses, durante estos 80 posts.

domingo, septiembre 23, 2007

Noticia

Me sumé, es decir que voy a compartir un poquito más del escaso tiempo que tengo entre todos los blogs donde participo/tendría que participar, a la propuesta que me hizo Cristian de Punto & Coma: Escribir para su blog.

Escribir para otros siempre tiene un gusto especial y va a ser un honor y privilegio poder escribir para el blog del santafesino.

La propuesta es escribir una vez a la semana un post sobre una tématica determinada. Por ahora aún no me he decidido sobre que voy a escribir, pero lo más probable es que sea sobre... ahora que lo pienso... entre deporte y/o cultura... creo que lo primero, aunque tendría que hablarlo con él.

Más adelante les paso los días que me van a poder leer por aquel lado. Mientras tanto, sigan en la dulce espera y les recomiendo, sólo les recomiendo, que vayan sumando comments porque se viene una sorpresa para el post número 100.

Capuchas, Saint: No comenten nada ustedes que ya más o menos saben ¬¬

sábado, septiembre 22, 2007

Off

Mis disculpas por no haber posteado ayer. Fue un día muy movido. Nothing else. Mañana será igual y recién el lunes me pondré de vuelta para poner las cosas en orden.

Felices Pascuas

jueves, septiembre 20, 2007

Recomendación Semanal: "Peinate Que Viene Gente", de José Playo

En el momento en que lo compré, hace menos de una semana, sabía que hoy iba a estar hablando de este libro. Lo intuía, por la expectativa que me había generado leer el blog de José, y porque sabía que iba a ser (es, en realidad) un librazo, y que bien valía su peso en oro, aunque, gracias a Dios, estaba mucho más barato.

Esa tarde paseé por varios estantes, charlé con gente que hacía tiempo no veía, e incluso me sorprendí al ver a unos muchachos llevando a cabo una partida de rol. Después de dejarme sucumbir a la euforía y comprar varios libros (una lista que postearé el lunes, después de pasarme de vuelta por la feria, para comprar otros libros que me quedé debiendo), partí para el cine (Hoyts del Olmos, a ver "La Señal"; y Cine Club Municipal, donde vimos - fui acompañado por "la Moni" - "Blow Up", de no me puedo acordar quien).

Al llegar a mi casa (tres y media de la mañana), abrí el libro y lo primero que hice fue reirme. Cagarme de risa, por poco. Y así seguí durante un rato largo largo, hasta que el cansancio pudo más y decidí dormir. Para el día siguiente, a la misma hora, el libro estaba por su segunda lectura.

Para quienes estén acostumbrados a cualquier blog, el libro se asemeja mucho a uno de ellos, con las restricciones al caso que impone el papel. "Peinate que viene gente" está escrito de manera sencilla y eso es lo que lo hace admirable. Escribe como si estuviese escribiendo una entrada para el blog y, al mismo tiempo, como si le estuviese hablando a un amigo íntimo. Los cuentos son muy buenos y cortos, directos, las reflexiones son desopilantes, pero ciertas, y el libro cuenta incluso con unos cuantos "Actitud Peinate", imagenes con una pequeña descripción y cuyo título debe encontrar quien lee, que profundiza la sensación de interacción del autor con el lector.

Desde el primer relato ("Relato de una incontinencia") hasta el último ("Feria del Libro, Cba"), Playo se explaya (suena a chiste boludo y forzado, pero no lo és. Posta) con sencillez y agudeza, sin callarse absolutamente nada, y otorgandole al lector un "fripas" para cagarse (leer en forma literal) de risa, a lo largo de amenas 200 páginas.

Les dejo un fragmento del prólogo, a cargo de Emanuel Rodriguez, otro joven autor (mierda, parezco un viejo hablando y eso que soy más pendejo que estos dos >.<), al cual vengo siguiendo desde que leí un cuento suyo en "La Voz del Interior" (me acuerdo de lo que se trataba, no pregunten ni título ni nada, porque ni la más puta idea), y al que llegué a su blog de puta casualidad:

"[...] Creo en la literatura sin red. En la que se escribe de trasnoche y para ser publicada a la mañana siguiente. No descreo de la que se trabaja por años, claro, pero me parece importante creer en el impulso, en la necesidad, en la satisfacción urgente, en la catarsis. Peinate es pura catarsis.
La libertad esta ahí y José sabe usarla. La usa para gritarle al mundo su odio por los colectivos y su amor por su hija.
Cuando uno lee Peinate tiende a pensar pero qué de cosas locas que le pasan a este chaval. Pero a José le pasan las mismas cosas que a cualquiera. Sucede que José es un fuckin escritor . Vive para escribir lo que vive. Lo hace bien. Y a mi me hace bien leerlo. Me da alegría."


Tal vez, pero es mí parecer y no creo que lo compartan, lo único malo del libro es que sea tan corto y que den tantas ganas de leerlo. Ni bien cobre voy a comprarme el otro libro de Playo, "Peguelé hasta dejarlo morado", sólo para sacarme esas ganas.

En fin, para ir concluyendo, este libro vale mucho más de lo que cuesta: Si te gastaste sesenta pesos para comprar el "el Código Da Vinci", tenés ("debés", mejor dicho) gastarte los veinti y algo (y cinco, creo) que vale esta genial obra.

Tutti-Frutti

Bueno, algo que escribí en el laburo (creo que va a ser uno de los últimos posts que hago desde acá, porque cambiaron la clave al navegador de la compu de la guardia y esto lo estoy escribiendo desde traumatología, y porque tengo que facturar xDDD), minutos antes que se hicieran las cinco de la mañana, después de otra noche casi como cualquier otra. Incluso un poco más tranquila.


A la derecha de mi ventana
se ve la izquierda de mi precipicio.
veo fantasmas que antes no estaban ahí,
tan etéreos que parecen escapados de un reflejo.

Bajando la vista descubro
las fachadas sangrientas del pasado,
las escaramuzas victoriosas del olvido,
y el decadente pesar de mi memoria,
que deja escapar entre suspiros
las agonizantes esperanzas
del sol del aurora.

Campeo las batallas del silencio
con el afán de lograr la euforia

Dibujo en la niebla,
de las mañanas noches tardes,
siluetas de edificios sin ventanas
ni paredes en donde gritar
la inocencia de los minutos que pasan,
en camino a la nada,
(si, la nada)
que los espera sin inmutarse.

En las narices siento
el aroma de la nostalgia
que llega de improviso
mientras paseo la mirada
por un paisaje ajeno pero conocido,
y siento el cosquilleo en el alma
por el olor a chicle
que creo que viene,
pero que se que me embarga.

(“Basta”, me dice.
“E”, le contesto.
“Si que contás lento”, me dice,
mientras agarramos los lápices
y corremos hacía la infancia)

Empezó el "Anima 07"

Mientras comía esa mezcla de almuerzo y cena que sé tener a las 8 de la noche, viendo la tele se me ocurrió que podría escribir sobre el "Anima 07", el Festival de Animación más grande de Argentina y el segundo después de otro festival que hacen en Brasil (que lleva como veinticinco años, en contrapartida de los cuatro que lleva acá).

Decidí de una vez a ponerme a escribir sobre cultura, que carajo. Y por eso voy a escribir sobre este convocante festival que empezó a desarrollarse ayer. Vale la pena aclarar que mañana tengo franco y veo si me hago un tiempito para ir, siempre y cuando la situación del transporte lo permita (para vos, desinformado, la Fetap con los sindicatos están a horas de agarrarse a patadas en las costillas)

Yendo a lo nuestro, Córdoba retoma casi siempre para esta parte del año su categoría de "ciudad cultural" y saca a relucir joyitas, como este Festival de Animación, que resulta ser una gran muestra de artistas de gran nivel, tanto de manera nacional como internacional, que pertenecen a este campo que poco a poco va ganando cada vez más notoriedad, tanto en los medios masivos como en la internet.

El Festival cuenta de una parte competitiva, un certamen que reúne a más de cien títulos de todo el mundo, y cuyo jurado está compuesto por grandes exponentes de la animación en el cono sur.

La otra parte del festival cuenta con exposiciones de la Muestra National Film Board of Canada y de Norman McLaren, entre otros.

Como todo Festival que se considere tal también hay seminarios y charlas para todos quienes esten interesados en diversos temas referentes al campo de la animación.

Particularmente, es un gusto que esto este pasando acá en Córdoba, aunque estoy ansioso para que se haga octubre y empiece la muestra de Chichoni !!! I can't wait!!!

Información obtenida vía: Cordoba.net

miércoles, septiembre 19, 2007

Un post fuera de lo normal

Yo no soy de escribir notas ni reseñas sobre ningún producto, excepto literatura y música. Mucho menos sobre utilidades web. Pero esta me ha simplificado mucho la vida, sobre todo a la hora de leer todos los blogs que me gustan y a los vuelvo cada vez que tienen actualizaciones.

El bendito sistema bajo el cual funciona esta herramienta se llama R.S.S (de Really Simple Sindication), que viene a ser un sistema mediante el cual uno puede acceder, en forma rápida y clara, al contenido de un blog.

Mediante herramientas específicas, uno puede acceder a varios blogs desde un solo lugar y tener al alcance de la mano el contenido, total o parcial (queda a criterio del blogger), de las entradas que se hayan posteado en el blog.

La herramienta que permite todo esto se llama “Feed Reader”, y los hay tanto online, como para descargar y leer desde el escritorio (como si fuera otro programa), al igual que en algunos navegadores como el Firefox.

Yo utilizo, por comodidad y diseño sencillo, el Google Reader, y es el que les recomiendo ya que es muy intuitivo y muy fácil de usar. Para utilizarlo nada más hace falta tener una cuenta en google. En caso que no tengan y no encuentren donde hacerla, dejen comment y les envío una invitación.
Es sencillo: Para agregar suscripciones, hacer clic en “add” o “añadir” y pegan la url (dirección) del blog, y listo. Segundos más tarde estarán las entradas más recientes para que puedas leerlas.

Yo en mi blog, por ejemplo, tengo los siguientes sitios agregados para leer:

Aguzin. Y Punto. [ http://aguzin.blogspot.com/ ]
Anchor y Largor del Mundo. [ http://capuchasypompones.blogspot.com/ ]
Boogie’s Parallel World. [ http://boogiesparallelworld.blogspot.com/ ]
Esa extraña afición. [ http://arbitrucho.blogspot.com/ ]
FePe 55. [ http://www.fepe55.com.ar/blog ]
Los puertos del Holandés [ http://lospuertosdelholandes.blogspot.com/ ]
LucasArts Fan. [ http://lucasartsfans.blogspot.com/ ]
Mi Caja de Locuras. [ http://benji86.com.ar/ ]
Musitelia! [ http://musitelia.blogspot.com/ ]
Peinate que viene gente. [ http://revistapeinate.wordpress.com/ ]
Pinchilón Fonseca. [ http://pinchilonfonseca.wordpress.com/ ]
Punto & Coma. [ http://puntoycoma.cjb.net/ ]
Que la pases lindo! [ http://www.quelapaseslindo.com.ar/ ]
Renton’s Coming On Age [ http://comingonage.blogspot.com/ ]
Taly Online [ http://www.taly.com.ar/blog ]
Todo me chupunhuevo [ http://chupunhuevo.blogspot.com/ ]


Seleccionen la url y peguenlas en el lector de feed, aunque el diseño y la estética de la mayoría de estos blogs (a diferencia de este xD =P) bien merecen la pena que los visiten.

Libertad

Escrito hoy a las 4:29 de la mañana, mientras reflexiono sobre los chistes de liniers que vengo juntando en el mail desde hace dos años, más o menos.
“Bajo el Nogal de las ramas extendidas
Yo te vendí y tu me vendiste”


Bajo la fría luz que se escapa
entre los hartos espacios de la nube,
corre un viento cargado de derrotas
con su insinuante perfume
de olvidos y tragedias.

Ante mí te tengo,
al alcance del roce
de mi piel con tu piel,
y del estremecimiento
(profundo salvaje brutal)
que nos da siempre
la recorrida por los infiernos.

Tendida sobre el río,
que dulce se derrama,
Juego y juegas con
Aristas impolutas
De insensatas vergüenzas,
Susurros mudos,
Miradas cabizbajas.
Inminente muerte
de las calladas voces
en el fresco expectante
en donde las palabras gritan.

Si tan sólo esperara
en la cumbre de la memoria
el enemigo atroz del silencio,
podría gritar tu nombre
que hoy se anida en la esperanza
de la libertad de mi garganta.

Cancioncita

Bajo el Nogal de las ramas extendidas
yo te vendí y tu me vendiste
post dedicado a quien descubra, sin googlear, a donde pertenece ese fragmento.

martes, septiembre 18, 2007

Salvando Un Post: "Días de Ceniza"

Esto lo escribí el año pasado, con motivo de los 30 años del golpe militar de 1976, y que hoy posteo con motivo del año de la desaparición de Jorge Julio Lopéz.

Días de Ceniza

En los días de ceniza
tu reflejo saludaba
entre las miradas escrutadoras.
Pero bajo el cielo oscuro
en mis espejos no te volví a ver.
En los días de ceniza
llovían las lágrimas de mi futuro,
y recuerdo que tu sombra
caminaba, junto a la mía.
Hoy miro el piso curtido por el paso
de opresiones,
Y mis ojos sólo ven a la fría baldosa.

Ante las manos de la infamia
y de la vergüenza,
la inocencia que conservabas perdiste.

De la ceniza a la ceniza
descubriste esa historia de diferencia
que hay entre la entrada del laberinto
y los recovocos que se acercan.

(Encuentro el asta
y en su tope flamea
la bandera de la patria
de los treinta mil ausentes)

Mártir de la historia fuiste
mientras obligados caminabamos
mirando al frente esquivando
lo que no queríamos ver.

El pesar de las efemérides

Vía FePe y vía Milton, me dí cuenta que los argentinos tenemos cada vez menos memoria. Los acontecimientos, por más fuleros que sean, no son más que meros titulares que se pierden con rapidez en una vorágine sin sentido y afán informativo. Somos capaces de abarcar mucho, pero de comprender y más aun, de recordar, no.



Los hombres vivimos de efemérides, pero sólo somos capaces de recordar aquellas que nos llenan el alma y que nos dan razones para regocijarnos. Dejamos siempre de lado los sucesos pequeños que afectan de todos modos nuestras formas de comprender, analizar y vivir la vida.



Es por eso que nos acordamos de los feriados o de fechas de terribles tragedias que los medios se encargan de recordarnos. ¿Pero una vez que pasa el tiempo suficiente qué nos queda? ¿Quién decide durante cuanto tiempo será una noticia digna de recuerdo un acontecimiento?



Por eso, hoy me asusta ser una de esas personas.



Hace un año desapareció Jorge Julio Lopéz, testigo fundamental en una una causa por la desaparición de personas durante la última dictadura.



Me asusta saber que, de no ser por los blogs que visité, no me habría acordado.



La memoria de los hombres parece ser maleable hasta el punto mismo de hacernos perder la cordura. No por el hecho de no ser capaces de recordar, sino porque encontramos más cómodo no pensar en ciertas cosas que nos incomoda como sociedad.

La desaparición de Jorge Julio Lopéz es una de esas. Puso de vuelta en nuestro dolorido presente uno de los grandes estigmas que llevamos los argentinos, que es la última dictadura militar (conocida como el "Proceso de Reorganización Nacional"). El tema de los desaparecidos y perseguidos por causas políticas e ideológicas es algo que es difícil de comprender para muchos de las personas que se encuentran en la franja de la adolescencia. Simplemente, al haber caído las utopías ideológicas, murieron las formas de poder analizar un modo desde otra perspectiva, al tiempo que los discursos de una izquierda elitista y no representativa suenan caducos al oído de quienes tienen el futuro por delante.

Además, falta la garra necesaria para poder llevar adelante un verdadero cambio. Somos conformistas, criados en las épocas del menemismo y con recuerdos gozosos de nuestra infancia. Parece que somos incapaces de comprender la manera en que esto le hizo al país, y como la frívolidad de la clase dirigente sigue aun presente, más allá de los cambios que hemos pedido que se dieran, pero por los cuales no hemos hecho nada.

Me asusta saber, a pesar que aun creo en un mañana distinto, que mi memoria también es frágil y maleable. Quisiera no tener que convivir de ahora en más con mi propio estigma.

lunes, septiembre 17, 2007

En lo que estoy trabajando

Esta tarde me salvé de pedo de tener que ir a laburar. Todo porque al que iban a despedir no lo despidieron y bueno, el terremoto que sacudió la guardia la semana pasada ya parece haber quedado atrás. Todo apunta a que vamos a salir adelante en cualquier momento, aunque el daño ya se haya hecho.

- No voy más a las clases de dj, por lo menos hasta el mes que viene.
- No vamos a participar del Torneo Argentino de Paintball.

Esto me deja con mucho tiempo libre. Bastante de por cierto, ya que en el trabajo cuento con demasiado tiempo libre. Esto provoca a que, cada vez que alguien me diga "¿querés colaborar en...?" yo diga indefectiblemente que sí.

Hoy por hoy, estoy trabajando en

- Ezine "@echo off", sobre abandonware.
- Blog de Abandonware.
- Blog Musical.
- [Proyecto de Wiki Abandonware]
- Wikie Labrys.

Cualquier duda que tengan, pueden chequear la columna a la derecha donde van a ir apareciendo los diferentes proyectos mientras se vayan llevando a cabo.

Wartwill Hundsen

Cuento que escribí para un concurso hace un par de años0, y que permaneció inédito hasta hoy, con el que obtuve una fantasmal "mención honorífica" (porque nunca me dieron algo que la constatara) y un día en el cual me harté del calor de ese mugroso lugar (Fue en la FICO, y no había aire acondicionado en el bunker en donde nos habían metido).


Bueno, sin más preámbulos, Wartwill Hundsen.


Las noches y todos sus elementos ampliaban y retorcían su sueño en extrañas y sucesivas bifurcaciones que lo envolvían en pesadillas que pocos hombres habían, hasta ese momento, soñado.

En el delirio nocturno creo hombres, héroes, ciudades e imperios. Fundó mundos que se perdieron al amanecer. Esas noches, y los fragmentos que apenas podía recordar durante la resaca mañanera, se perdían al rato entre los mareos que le provocaba la falta de movimiento.

La fiebre se apoderaba de a ratos de su bienestar y le impedía ver y comprender con claridad lo que sucedía a su alrededor. Todas las noches agonizaba lentamente su cordura entre los suspiros y calores de la locura.

Así pasaron días, meses y años. Al principio, vivía pendiente de los minutos y las horas que transcurrían lentamente, pero, al ver que el lento conteo solo empeoraba las cosas, se dio por vencido y se dedicó a tratar de rescatar los pocos recuerdos que podía percibir.

A veces, la luna y la oscuridad le tentaban a errar por los pasillos y las extrañas habitaciones que nacían desde algún punto perdido dentro de la casa.

La errante arquitectura, de diversos estilos y direcciones, hacían de esa morada un lugar tenebroso. Espejos colgaban de las paredes, multiplicando rostros extraños pero familiares, pasadizos que no llegaban a ningún lado, una extraña simetría que hacia de los pasajes un morboso laberinto cuyo principio y final eran cualquier habitación, por más perdida o simple que sea.

La vida se le escapo una tarde extraña.

El destino, si que tal nefasto elemento existe, quiso que esa noche vagara por los pasillos errantes. La fiebre, la locura, la miseria, la soledad, el silencio ampliaron los corredores, extendiendo infinitamente su caminar.

Los espejos, nuevamente, reflejaban al mismo desconocido que parecía nacer en cada esquina. Caminando por caminos y jardines que se birfucaban retorcidamente llegó a una extraña bóveda espejada. Reflejados en millares de vidrios vio su cara, febril, abatida por la locura y las noches (eternidades) de vigilias, y se odio a si mismo.

Un cajón estaba apoyado en el suelo y de este sobresalía, tentadora, una pistola. Se acercó lentamente y la tomó. El peso del arma en su débil mano parecía enorme. Sin embargo hizo el esfuerzo y la levantó.

Por última vez decidió ver al extraño reflejado en su silueta. Vio el odio en esos ojos famélicos e inhumanos.

Con desdén, dirían después, hizo fuego.

El último recuerdo fue el tierno beso del plomo ardiente en su frente, repitiéndose eternamente, condenado por el tiempo, en todos los hombres, perdurando infinitamente. En ese instante el recordó, en su último momento de claridad, que así hubiese deseado su final.

Wartwill Hundsen murió a las siete de la mañana, un viernes de febrero, dejando una viuda y dos hijos, después de dos meses en un coma profundo.



A Carlos Montiel

Se Vos

Esta mañana escuchar la versión de "Se Vos" que viene en en el último trabajo de "Almafuerte", me puse a reflexionar sobre las decisiones que he tomado los últimos días y las cosas que me he dado cuenta en base a eso.

- Decidí cortar por lo sano de una buena vez, y salirme del maldito circulo vicioso en que estaba metido.

- Salí de un faquin ruedo para meterme en otro. El mundo parece conspirar en contra de mí

- Y encima, fuimos a comer a lo de mi tía. Otro día me explayaré más de forma más extensa sobre esto.

- Nota del Autor: Acá iba a poner algo, pero me recagué olvidando.

El hecho es que, como casi siempre hago cuando me despierto, puse el disco de Almafuerte y me puse a escuchar mientras mira fijo la pantalla de la compu, sin decidir que hacer. La cuestión es que, como lo había puesto ya por el final, al ratito empezó a sonar "Se Vos", en una versión acústica impactante.

En ese momento supe que este post iba a ser sobre esa canción.


Yo sé. Dirás..
Muy duro es aguantar.
Mas quien aguanta,
es el que existe.

Si aquel, se va
No llores, ni mires atrás.
Aunque muchos te lo hagan triste.
Si aquel, se va
No llores, ni mires atrás. ¡
La vida busca instruirte.



Es increible lo real de esas dos estrofas, el contenido que tiene y la forma en que impacta en mi corazón. No la puedo escuchar sin estremecerme.

Hombre de decisiones irrevocables. Eso creo ser, o al menos, espero.

sábado, septiembre 15, 2007

Murió Colin Mc Rae

La noticia me agarró desprevenido mientras charlaba con mi madre en el colectivo, camino a la casa de mi tía para festejar su cumpleaños. Ni bien escuché "McRae" me erguí en el asiento, atento a la información, y con un triste presentimiento muy dentro mío. La locutora, una mujer que estaba en un programa de cuarteto, fue directo al grano. Colin Mc Rae, el famoso piloto de rally, murió hoy a la tarde en un accidente aéreo, al estrellarse con un helicóptero en su propiedad.

Mi mirada perpleja lo podría haber dicho todo.

Mi primer pensamiento fue a que lo había visto volar y chocarse en los X Games hacía menos de dos semanas, en la misma instancia donde Travis Pastrana quedó descalificado. No podía ser, ese hombre significa muchísimo para todos los que se consideren fanáticos del famoso deporte motor que es el rally.

No voy a explayarme aquí sobre las tristes aristas que tiene esta noticia. No sería el modo de hacerle un correcto homenaje. Creo que, como todo deportista que ama lo que hace, hubiese querido que lo recordaramos por el famoso "salto tijera" o por las grandes carreras que supo hacer.




Hace dos años, en los X Games XII.... Donde peleó tramo a tramo la corona con Travis Pastrana, quien hacía en ese entonces sus primeras armas en el Rally. Perdió por nada, llevando hasta el máximo el auto, con tal de brindarle un espectáculo a los espectadores.



Video Tributo en Youtube.


Dios te guarde en su gloria, Colin. Gracias de parte de todos los cordobeses por el espectáculo brindado en estas sierras que tanto añoramos.

Instrucciones para leer un cuento de Cortázar

Este post lo escribió Santiago Aguzin, un fanático del abandonware y un ávido lector, que escribió lo que sigue para un diario escolar de su pueblo. El chabón tiene 16 años pero ya se perfila como bloggero en potencia xD... A él le dedico el post 65 del foro

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La idea original de esta nota dar mi opinión acerca de Bestiario, el debut oficial y una de las tantas obras consagradas de Julio Cortázar. Después de idas, venidas y cantidad de tachones y correcciones de por medio, decidí que era imposible definir la magia que transmite Cortázar con cada cuento y que lo diferencia entre tantos otros autores. Un humor inteligente, acompañado de ideas que oscilan entre lo fantástico y lo absurdo lo caracterizan por sobre todas las cosas. A través de este manual de instrucciones quería dar a conocer a este genio de la literatura, pero más que nada adentrarlos –y prepararlos, por qué no–, en lo que es su obra.

¿Explicar o sugerir?
Muchas veces, los lectores somos agobiados por una cantidad de descripciones, que lejos de hacer atractiva la lectura, la vuelven terriblemente molesta; ¿quién quiere leer una obra ya masticada y digerida antes de llegar a nuestras manos?
A este problema surge un recurso literario, la narración por omisión; consiste básicamente en la supresión intencional del hecho principal de la historia durante su narración. Esto provoca silencios, espacios en blanco que el lector deberá o no completar utilizando su propia capacidad.
Este recurso fue usado cantidad de veces por Julio: un cuento policial cuyo crimen siempre tiene autor pero nunca motivo (Los amigos), o más asentado en Casa Tomada, que fue considerado una alegoría al gobierno de Perón, son algunos ejemplos de lo significativo de esas ausencias en la literatura de Cortázar.

Lo fantástico en un marco cotidiano.
Rara vez nos encontramos con un cuento de Cortázar que no tenga su cuota de fantasía e inevitablemente el absurdo, en la mayoría de los casos. “A mí me sucede todo el tiempo, en cualquier momento que podemos calificar de prosaico, en la cama, en el ómnibus, bajo la ducha, hablando, caminando o leyendo, hay como pequeños paréntesis en esa realidad (…)”. Así lo definía él en una conferencia que dictó en 1982. “De repente, la paz de la vida cotidiana es perturbada cuando alguien empieza a vomitar blancos conejitos” (“Carta a una señorita en París”); “Una sociedad con el nombre de Los limpiadores de estrellas, provista de todos los elementos de limpieza necesarios, se encarga de limpiar todas las constelaciones que así lo deseen” (“Los limpiadores de estrellas”). Estas historias pueden servirles cómo ejemplo para ilustrar la genialidad del escritor, cuando de inventar se trata.

Buen humor por sobre todas las cosas.
Rara vez veremos a Cortázar abordar un chiste “industrializado”, o hacer uso del sarcasmo; son dos campos que, lejos de utilizar como recursos, los abomina.
Esto no quiere decir que deje el sentido del humor de lado, sino que lo aborda desde la ironía y los juegos de palabras, generando muchas veces un lazo de complicidad con los lectores; tal vez no lo notes demasiado hasta haber saboreado Historias de cronopios y famas, en cual llega a su límite de genialidad –si de humor hablamos– y nos deleita con un manual detallado que incluye las instrucciones para llorar, para tener miedo (incluyendo ejemplos prácticos) o para subir una escalera entre muchas otras.

Cortázar es un escritor que hay que leer, siempre. Sus cuentos, una mirada poética capaz de enfrentar las miserias de la rutina y el sentido común, su imaginación y el humor, lograron conquistar el corazón de miles de personas.

Santiago Aguzin.

Memorias

Algo que había empezado a escribir hace tiempo, y que terminé recién hoy. Me gustó mucho la forma en que quedó, pero me gustaría saber mucho más su opinión.

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“Sentado en el sillón, miro la biblioteca que cobija con orgullo en sus anaqueles los volúmenes a través de los cuales he escrito mi vida. No hay mucho de falso ni de verdadero en esta afirmación y no se siquiera si algún lingüista o literato la consideraría “verosímil” o “ficcional”, pero, a decir verdad, es lo único que puedo afirmar mientras lucho por no dormirme en el cálido abrazo de este acolchonado mueble.

Frente de mí, en el frío contraste que nos impone a los mal afortunados el azar y, como triste contraste de dos realidades que lamentablemente conviven dentro de mí, esta abierta una mesa de picnic. Sí, sobre el reluciente y lustrado piso y frente a la amplia biblioteca en donde puedo leer todos los párrafos de mi vida, una mesa de picnic sostiene el cuaderno donde recién ensayé el solemne título de Memorias”

Mi inmortalidad son los libros. No que haya escrito ninguno o tenga pensado hacerlo, aunque durante mi juventud fue una de esas pequeñas obsesiones que me motivo muchas veces cuando quedaba estancado en algún proyecto. Recuerdo haber prologado libros que tenía escrito en mi memoria, pero cuyas palabras se escapaban cuando las pasaba al papel o las ideas perdían sentido en el momento en que me sentaba en frente de la máquina de escribir. Puede que también en mi otra biblioteca haya cuadernos y carpetas de hojas y hojas garrapateadas o escritas, con retazos de capítulos o historias casi concluidas. No sabría decirles bien, no querría confirmarles. Hace tiempo que no bajo hasta allá. No desde aquello.

Por eso, ahora encerrado en este pequeño lugar, donde no hay escape al menos que se elija la muerte, donde las paredes me acercan cada vez más a la interminable biblioteca que tengo en frente de esta pequeña mesa y de este pequeño cuaderno, siento que no podré morir, o no debería hacerlo, hasta haber terminado de leer todos sus tomos. Cada libro que hay en sus anaqueles lo compré yo, y lo dejé ahí en la inmutable espera, mientras me equivocaba tratando de convencerme que la inmediatez del éxito me daría el tiempo para leerlos tranquilo después. Hubo un problema en mi teoría: El éxito es fugaz, no inmediato. Como vino se fue, y la biblioteca siguió poblada, en la esperada de que tuviese algún tiempo para leerla, mientras yo seguía enfrascado en mi búsqueda insensata de efímeros placeres.

Así fue como fui llenando cuadernos, carpetas y todo lo que tuviese un poco de espacio para escribir con palabras, ideas, párrafos, oraciones, lo que fuese. Servilletas, boletos de colectivo, los envoltorios de los chocolates, pedazos de diario, incluso el cartón grasiento del envase de pururú del cine. Todo eso, ahora que hago memoria, se amontonaba ahí abajo. Por lo menos hasta el día que tuve que moverme acá arriba.

Fue lo próximo de su presencia lo que hizo moverme hacía aquí, a contemplar esa pared cargada de partes de mi identidad. Cada libro que tengo me representa en algún aspecto. Son mis fragmentos de mi ser. Los libros son mi inmortalidad. Yo no podré morir mientras esperen ahí, a ser abiertos y leídos, por primera y última vez. Tienen que esperar. Su condena es la espera. Su condena es mi libertad. Libre de los tiempos que corren soy mientras sus páginas permanezcan impolutas dentro de sus tapas.

Por eso, ahora que estoy inmerso en este plan de escaparles a la muerte, aprovecho y escribo mis memorias. Voy bien encaminado, aunque serán póstumas al cadáver que no podrán encontrar. Eso me motivo: Escribir las memorias de un inmortal, disfrazadas en los anaqueles de la biblioteca que lo contiene y lo sobrevive. Una tarea monumental a la que me he enfocado, perdiendo la percepción de todo, excepto de los lomos solemnes de nombres grabados que tengo en frente.

El tiempo jamás podrá consumirnos.

No hay puertas ni ventanas. No recuerdo que las hubiera, pero perdí la capacidad del recuerdo hace mucho tiempo. La he negado para abocarme a mi eterna tarea. Las memorias para un inmortal son resquicios de la naturaleza humana que ha decidido negar. No puedo tenerlos aunque puede que los añore. Nadie dijo que esto pudiera llegar a ser fácil.

Hace tiempo que me quede sin papel, primero, y sin tinta, después. He decidido seguir escribiendo en las paredes, centímetro a centímetro, dentro de esta cavernosa oscuridad que se abate. Cada día es más difícil seguir, cada vez me canso más rápido. No importa. No creo que la muerte se disfrace de paredes escritas con sangre para leer las memorias póstumas de un inmortal. Por más que pudiese desfallecer mi cuerpo, seguiré escribiendo, oración tras oración, párrafo tras párrafo, en la tarea esquiva de no poner un punto final.

Por lo menos hasta que la biblioteca no termine de quemarse.

Servilleta

Este es otra de las obras bizarras que jamás había dado a luz... Espero que les guste y dejen algún rastro de su paso por acá...


Esa servilleta
Ya tenía un hueco
Yo escribí sobre ella
Y las palabras se escaparon
Sin dejar rastros
Rompiendo los versos
Deshaciendo el encanto.

Esa servilleta
Se lo digo yo
Se creía muy especial
Divina y soberbia
En su matriz de papel
Endeble como las alas de una mosca.

Creía que podía volar
Pero arrinconada estaba en tierra.
Ella ya tenía un hueco, señor juez,
Juro por los mil azares
Que esa tarde había tomado gatorei.

Enumeraciones

Esto no es precisamente un "Salvando un Post", debido a que nunca lo publiqué en ningún blog. Fue una poesía que hoy recordé al leer el libro de Daniel Salzano que me compré en la feria del libro de Córdoba. No sé porque la nostalgia que no me pertenece me puede tanto. Tengo dos excelentes libros en mi mochila: El de Salzano y el de José Playo. A los dos mi eterna gratitud.


Esta poesía se llama "Enumeraciones", y es una de mis tantas producciones laborales, hecha cuando aún era camillero.


Hoy volví a esa vieja costumbre / de versos que no se borran / de un papel que no es el mío / de firmas solemnes / que descansan al pie de la hoja / junto a fechas que a nadie les interesan.

Volví realidad / la insana tentación / de enumeraciones eternas / que cobijo cuando falta / mucho tiempo para disfrutar / y voy contando / mientras / todos los días / estrofas incontables / donde en piedra aparecen escritos / sin puntos ni comas / lo que mi alma desea.

Vos / vos / vos / un beso / un abrazo / vos / la noche / vos / tu recuerdo.

También contaría / un sueño de a ratos eterno a veces corto / en una frase sin rima / ni lunas ni estrellas.

Eso es lo que quiero / vos / y un cuadro que encierre el infinito en una esquina / y que flote en la prisión de mi pared.

Meme: Mis inicios en el internet

Antes que nada, se preguntarán muchos que es un meme. No se preocupen, yo tampoco tenía muy en claro el concepto de que mierda se trataba hasta que decidí buscar por ahí y darme con que un meme es el equivalente blogeril de una fuckin' cadena de mails al estilo "100 preguntas", "responde y envialo a todos tus amigos y descubriras el verdadero amor cuando pases por la fuente de la foca en el parque Sarmiento", y todo ese tipo de cosas que terminan de seguro o en la carpeta de spam o en la papelera.

So... a mí este meme me lo paso Cristian, de Punto & Coma, donde el relata sus tempranos comienzos en la corrupta red de redes. Es mi primero asi que voy a ver si no defraudo a nadie y le meto algo de onda.

El primer contacto con el nefasto Internet Explorer y los formularios html fue cuando abrí mi primera casilla de correo en Yahoo!, cuyo nombre o nick era reddier... y creo que fue temprano los años 2000 o 2001, época en que veía Cartun Netgüorc y me ponía chocho si el votatun lo ganaba pokemón.

Los dos años siguentes vinieron de la mano junto al counter, aunque el primer juego que jugue en un cyber fue una partida relámpago (lo que se dice relámpago, media hora) de Age of Empires II, donde gané al ser aliado de Tino, un amigo del secu.

En esta época tuve el primer roce con lo que era una comunidad: los foros. El primer foro en que participé fue el de "El Aleph", que a su vez fue el causante de que empezara a leer a Borges antes que a DeSantis, que recién estoy por empezar a leer ahora. Como me gusta hacer las cosas al revés.

Después llegó la época del Counter y el Ogame. Mi fuckin' god que manera de gastar (se lee "desperdiciar") dinero en esos dos vicios, el cual el primero llego hasta mediados del año pasado.

Una vez que dejé el Counter, me di cuenta que tenía mucho tiempo entre manos y que internet estaba dando un impulso a las comunidades integradoras. Asi que, mediante Google primero con un par de ensayos, y despues con Msn Spaces hasta hace un par de meses, abrí un blog.

En medio se sucedieron montones de cosas: Mariana, Carolina, el abandonware, el paintball, Youtube y toda la gente maravillosa que conocí.

Pero el meme es sobre los comienzos no sobre los ahora. Aunque gracias a Dios esquive los MMORPG o como pinchila se llamen.

Este meme se lo paso a Naty, de Anchor Y Largor (aka Capuchas y Pompones), a Sebastián de Boogie's Parallel World y a vos, sí a vos, por si tenés un blog y querés hacerlo.

viernes, septiembre 14, 2007

Gloria

“La gloria como único fin”, pensó, mientras contemplaba las sucias paredes de los edificios del centro de Córdoba, a tiempo que desandaba el Boulevard, en dirección al Olmos.
Contempló las fachadas decadentes de las modernas construcciones y pensó que en Córdoba no había más casas y que estas habían sido suplantadas por paredes estaban sucias por la humedad por el tiempo la vergüenza la desidia el olvido.

“El olvido como inevitable fin de todas las cosas”, pensó, con una mueca en el rostro.
Estaba preso, vagando en una ciudad que era polvo de los polvos, inevitable espectro vacío en el trazado de los mapas.
¿Cómo no sentirse desolado si ya se sentía desfigurado en las tinieblas de la historia?
- La gloria como único fin – murmuró -. Como fin último de todas las cosas, la puta madre.
Un ómnibus pasó, raudo, a su lado y su murmullo fue sepultado por el humo negro del escape roto.
- Las infidencias que les hace uno a estas calles sord… de mierda, bah – se le oyó decir, antes de seguir despotricando sin razón alguna, mientras caminaba por el Boulevard, calle abajo, en dirección al Olmos
(clac)
Caminó siguiendo la sombra, contando los pasos en voz baja, mezclándolas con pedazos del rap que sonaba en sus orejas
(pack it up, pack it in / let me begin / i come to win / battle me that’s a sin)
y con una sonrisa mal disimulada trataba de no aceptar el hecho que no le importaba que
Córdoba no lo escuchara, siempre y cuando no tuviese nada que decir.
(clac)
Estaba a una cuadra del Olmos cuando tuvo que cruzar por La Cañada. Se detuvo y paseó su cálida mirada por las mismas paredes sucias que había visto en los edificios más arriba. Resopló suavecito y puso los brazos en jarra, mientras contemplaba el hilillo de agua esquivar hacia ningún lugar, debajo de sus pies.
“El final es tan sólo el más tardío de los principios”, pensó, mientras adivinaba figuras fantasmales de leyenda urbana recorriendo esas calles, hace noventa años.
(clac)
- La piedra que te encausa, arroyo, es una versión disloca de nuestras delimitaciones.
El ruido estridente de las bocinas opaco el ensayo filosófico de sus profundas palabras. Maldijo por lo bajo y repitió, como si fuese un conjuro “la puta que te parió, la puta que te parió”.
Llego al Olmos y contempló, desde la Casa Radical, su formidable estructura donde se apiñaban centenares o miles de cordobeses, en busca de los terrenales placeres que se encontraban dentro de esas paredes.
“La gloria como único fin”, pensó, por tercera vez, antes de gritar a voz viva “¡Socialismo o muerte!”
(clac)
Unos cuantos se volvieron para mirarlo, rieron y cuchiearon entre ellos y siguieron su camino, deteniéndose a contemplar los productos deportivos de la vidriera de Topper. Él, en cambio, miró cabizbajo el suelo. “¿En que momento se murieron las utopías, che?”, pensó. A su mente volvieron las imágenes de las acaloradas discusiones con su padre donde este le espetaba “que va’ a saber de política, vo’” o “en que momento te enseñaron a creer en utopia’, pibe. Esa’ cosa no existen, m’tendes?”
Se le piantó un lagrimón que cayó derecho al piso, sin intermediarios, y la imagen del difunto viejo le estampó el ensayo de una sonrisa cargada de nostalgia en la cara. Levantó la mirada y se vio reflejado en un póster. “Pero que pinta de pelotudo
(clac)
llevás, che gil otario”, se dijo, a tiempo que contemplaba los rostros de Mestre y Negri mirándolos desde el papel del afiche.
Siguió caminando, en una eterna gambeta a su oficio de errante, por la Hipólito Irigoyen, dirigiéndose al reciente Paseo del Buen Pastor. Saludó a la estatua de Velez Sarsfield y prosiguió contemplando las figuras voluptuosas de las mujeres que bajaban por la avenida.
Sintió como la avalancha de la soledad lo golpeaba en medio del pecho, donde el fantasma sin rostro de la melancolía sabía anidar de tanto en tanto. El centro de Córdoba era un lugar que no estaba hecho para los corazones solitarios.
Llegó ante la fuente y se sentó en un banco, a meditar bajo la luz cambiante de los acuíferos reflejos. Se perdía a mitad de camino y volvía a empezar, sintiendose perdido y sin remedio dentro de ese laberinto mental. Sacó una lapicera del bolso y se puso a rumiar la punta, buscando de vuelta el hilo conductor de sus cavilaciones. Una musa, eso le faltaba. Alguien que le sacudiera la estantería y lo hiciera de caer de culo al piso.
(clac)
Se levantó, de repente, triunfante del asiento, con el eco de “eureka” dibujado en sus labios. “Las soluciones siempre aparecían cuando uno dejaba de buscar en las referencias del crucigrama”, se dijo. Tomó aire y se dispuso a hablar, solemne, sobre la resolución a que lo habían guiado sus reflexiones. “Recorda, la gloria siempre como el único fin”.
- … - abrió la boca, pero no pudo emitir sonido alguno. En su cara tomaron forma y presencia los avatares del miedo y la vergüenza.
Muchos se habían dado vuelta para mirarlo, sobresaltados por los movimientos del excitado y mudo orador.
Las miradas insólitas hacían blanco en él.
“Váyanse a la puta que los parió” pensó y quiso murmurar.
(Bang!)
“El silencio, como inexpugnable barrera, es el fin de todas las cosas”

"La Señal", de Ricardo Darín

Tal vez haber leído el libro unas cuantas veces antes me haya jugado en contra a la hora de ver esta película, a la que esperaba con ansías desde el momento que me enteré que estaba en producción. Lamentablemente, la muerte de Eduardo Mignogna hizo que el proyecto quedara incompleto, hasta que Ricardo Darín (que interpreta un excelente "Pibe" Corvalán) se puso el proyecto al hombro y lo sacó adelante.

La película trata sobre las aventuras que tienen dos detectivs privados, el "Pibe" Corvalán (interpretado por Ricardo Darín) y Arturo Santana (Diego Peretti) en la Buenos Aires de 1952, donde se ven envueltos en una disputa mafiosa con aires de "vendetta".

Lo más sobresaliente de la película fueron sin duda las actuaciones de Darín y Peretti (quien interpreta al compañero del "Pibe", Arturo Santana), a quienes le calzan como guantes los personajes (más aún en el caso de Peretti), que parecen haber sido escritos a su medida. Se hace obvia, entonces, el porqué Mignogna los eligió en un comienzo.

También son muy llevaderas la forma en que se ambienta la película y en como se trata la imagen, que lleva ese aire implícito de cine negro en el cual los detectives eran casi siempre sus figuras centrales.

Pero ahí recae en uno de sus mayores problemas, más allá de la adaptación: La falta de ritmo. La película se deja estar en muchas partes, y decae el ritmo de novela policial que iba manteniendo en sus comienzos. También peca de tener diálogos pocos creíbles mezclados con líneas excelentes, casi siempre estas a cargo del personaje de Peretti, un peronista ortodoxo que mezcla inglés con español en sus frases y nos recuerda a la juventud de ahora, tan asidua a hablar en lenguas foráneas.

El mayor problema, para quién haya leído el libro, es la mutilación del argumento: Sacan personajes importantes (entre los que se encuentra la madre de Corvalán, al que suplantan por el padre, quien se encontraba difunto en el libro) y lugares que, por lo menos a mí parecer, eran insustituibles a la hora de la adaptación, como el cafetín donde almorzaba Corvalán con su madre, y donde se suceden secuencias importantes que fueron (o debieron ser, para precisar un poco más) adaptados, mezclando situaciones que se encontraban alejadas en la ficción literaria para otorgarle mayor dinamismo al resultado final del celuloide. Estos cortes y mezclas, sin embargo, pasan desapercibidos al ojo de quienes no hayan leído el libro, haciendo incluso del final (otro de los tantos ultrajes y que me remitió a "Quint's World", de Fuller; por la contundencia) impactante y realmente inesperado, incluso para quienes lo hayan leído.

En fin, es una película aceptable, como para ver un día de lluvía como fue ayer en Córdoba, aunque la película decae un poco por la falta de ritmo y algunas incoherencias argumentales que, de nuevo, se me hacen visibles por haber leído el fuckin' libro varias veces antes.

jueves, septiembre 13, 2007

Fragmento: Una Guitarra de Diamantes, de Truman Capote

Este fragmento de un cuento de Truman Capote, que venía con la edición de bolsillo de "Desayuno en Tiffany's", me voló la fuckin' head off


Mr. Schaeffer sintió de repente un ataque de timidez. Tras saludar al capitán con una inclinación, desapareció entre las sombras de la explanada. Y permaneció allí, susurrando los nombres de las estrellas a medida que iban abriendo sus flores en lo alto del cielo. Le gustaban mucho las estrellas, pero aquella noche no le sirvieron de consuelo; no bastaron para recordarle que lo que nos ocurre a los que vivimos en la tierra carece de importancia contemplado desde el eterno fulgor de la eternidad. Mirándolas, volvió a pensar en la guitarra tachonada de brillantes, en su relumbrón mundano.




Enjoy it....

Recomendación Semanal: "1984", de George Orwell

Poco a poco nos vamos estabilizando, silbando por lo bajo y colocando ladrillo sobre ladrillo. Es la única manera de hacerlo cuando parece que todo está al borde de un inminente abismo. Por eso hoy volví con una sección que había dejado de lado hace un tiempo: Las "Recomendaciones Semanales".
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No sé porqué se me dio por escribir sobre 1984 en estos últimos posts. No hay una razón que justifique o deje de justificar este hecho, pero es algo simpático o curioso la forma en que, por elegir al azar un libro dentro de la biblioteca,

En los albores del siglo veintiuno siempre es bueno analizar lo que las personas de hace treinta, cuarenta o cincuenta años pensaban la forma en como iba a ser y como se iba a mover este extraño mundo. Los resultados eran muy disímiles: desde la conquista de lejanos mundos de la mano de Bradbury hasta la decadencia de las sociedades electrónicas y totalitarias, al estilo Gibson, pasando por las más variadas utopías y distopías, aventuras y desventuras de los personajes e historias de ciencia ficción.

Entre estas maneras de imaginar un mundo que no llegarían a ver, una de las obras más impactantes (en cuanto a estructura, historia y personajes) es, sin duda alguna, 1984, del autor indio George Orwell, donde el autor llevaba hasta su punto extremo el esquema social de los regimenes totalitarios que se dieron a conocer en el segundo cuarto del siglo XX.

La historia trata, al igual que Rebelión en la granja, de cómo afectan los sistemas totalitarios las libertades individuales y a los seres humanos. El autor toma elementos propios de la Alemania Nazi y de la Unión Soviética, y los mezcla en una excelente obra cargada de ironía, cinismo y una visión decadente sobre el autoritarismo.

La libertad es poder decir libremente que dos y dos son cuatro.
(Smith)



También es una crítica a la forma en que la mayoría de los hombres aceptan las imposiciones, incorporándolas a su vida diaria, aun cuando están recortan la libre naturaleza del ser humano.


La ortodoxia significa no pensar. Nuestra ortodoxia es la inconciencia
(Syme)


El libro puede dividirse en tres partes (advertencia de spoilers, así que… leer con pies de plomo)

El despertar del protagonista, Winston Smith, donde este empieza a cuestionar al Partido y busca la forma de luchar contra él, lo que lo llevaba a entrar en contacto con Julia y con un hombre del Partido Interior (segmento elitista del partido, del cual forma parte los intelectuales y gente calificada), quién lo introduce en las doctrinas subversivas de Goldstein.


La guerra es la paz.
La libertad es la esclavitud.
La ignorancia es la fuerza.

(Slogan del Partido)


El análisis de la sociedad de Goldstein, donde el autor se explaya sobre el funcionamiento histórico de la sociedad. Es una de las partes más analíticas y reflexivas de todo el libro y es un lujo y disfrute poder leerlas. En el post anterior copié un fragmento de esta parte de la obra. También se afianza su relación con Julia, al punto tal que los dos asumen sacrificar su existencia efímera en post de una causa que saben los va a sobrevivir, pero que no van a ver triunfar.


El crimental no implica la muerte; el crimental es la muerte misma
(Smith)


La caída, donde Winston y Julia caen presos de la Policía del Pensamiento, una especie de policía política, y son enjuiciados y reeducados por parte del gobierno. La forma en que narra las escenas de tortura y lavado de cerebro son sublimes y por más que carecen de descripciones, son perfectamente visibles, como si fuera el lector posible capaz de asumir la universalidad de la tragedia humana.

- ¿Existe el Gran Hermano?
- Claro que existe. El Partido existe. El Gran Hermano es la encarnación del partido.
- ¿Existe en el mismo sentido en que yo existo?
- Tú no existes –dijo O’Brien


Es una lástima que se insulte a semejante producción de Orwell con un producto tan banal como lo es Gran Hermano. Partiendo del hecho que solamente toma el hecho teórico que dicho personaje es omnipresente, esto es lo único que parece pesar. ¿Dónde están la censura, la prohibición? ¿Por qué no experimentar con el ambiente opresivo de la novela? Lamentablemente, se desperdicia una obra fuerte en el ámbito conceptual en pos de un programa de entretenimientos sencillos y estupidizante. ¿No será un medio del verdadero Gran Hermano para volvernos más maleables? A lo mejor el programa es parte del proceso y no el proceso mismo de “aculturización”.

Volviendo a la obra, lo único reprochable puede que sea la duración, ya que es algo corta (250 páginas, en la edición del “Centro Editor de Cultura”) y que se acaba dejandolo al lector con el grito de “¡más, más!” en la garganta. El resto es sublime, y Orwell hace uso de una prosa exquisita y justa, componiendo un libro lleno de frases memorables, de citas perfectas y simbolismos, para construir un alegato en contra de la opresión y a favor de la libertad innata del hombre.

Recomiendo también leer de este autor Rebelión en la Granja, una satírica crítica al régimen stalinista, protagonizada por los animales de una granja que no tienen mejor ocurrencia que destituir al granjero. Imperdible.
Lo podés conseguir en cualquier libreria de saldos, por aproximadamente $15.
This Post's Soundtrack: Marilyn Manson - The Fight Song

miércoles, septiembre 12, 2007

Fragmento: "1984", de George Orwell

Tomé un libro de la biblioteca, a ciegas, y resultó que saqué este... Cerré los ojos de vuelta y abrí al azar. Dos sabias decisiones. Orwell logró con "1984" uno de los frescos más certeros de lo que sería llevar a los sistemas totalitarios hasta las últimas consecuencias...

1984, Capítulo IX:



Capítulo Primero
La ignorancia es la fuerza



Durante todo el tiempo de que se tiene noticia –probablemente desde fines del
periodo neolítico- ha habido en el mundo tres clases de personas: los Altos, los
Medianos y los Bajos. Se han subdivido de muchos modos, han llevado muy diversos
nombres y su número relativo, así como la actitud que han guardado unos hacia
otros, ha variado de época en época; pero la estructura esencial de la sociedad
nunca ha cambiado
. Incluso después de enormes conmociones y de cambios que
parecían irrevocables, la misma estructura ha vuelto a imponerse, igual que un
giroscopio vuelve siempre a la posición de equilibrio por mucho que lo empujemos en un sentido o en otro.

- Julia, ¿estás despierta? –dijo Winston.
- Sí, amor mío, te escucho. Sigue. Es maravilloso.

Winston continuó leyendo:
Los fines de estos tres grupos son inconcebibles. Los Altos quieren quedarse donde están. Los Medianos tratan de arrebatarles sus puestos a los Altos. La finalidad de los Bajos, cuando la tienen –porque su principal característica es hallarse aplastados por las exigencias de la vida cotidiana-, consiste en abolir todas las distinciones y crear una sociedad en que todos los hombres sean iguales. Así, vuelve a presentarse continuamente la misma lucha social. Durante largos períodos, parece que los Altos se encuentran muy seguros en su poder, pero siempre llega un momento en que pierden la confianza en sí mismos o se debilita su capacidad para gobernar, o ambas cosas a la vez. Entonces son derrotados por los Medianos, que llevan junto a ellos a los Bajos porque les han asegurado que ellos representan la libertad y la justicia. En cuanto looran sus objetivos, los Medianos abandonan a los Bajos y los relegan a su antigua posición de servidumbre, convirtiéndose ellos en los Altos. Entonces, un grupo de los Medianos se separa de los demás y empiezan a luchar entre ellos. De los tres grupos, solamente los Bajos no logran sus objetivos ni siquiera transitoriamente. Sería exagerado afirmar que en toda la Historia no ha habido progreso material. Aun hoy, en un período de decadencia, el ser humano se encuentra mejor que hace unos cuantos siglos. Pero ninguna reforma ni revolución alguna han conseguido acercarse ni un milímetro a la igualdad humana. Desde el punto de vista de los Bajos, ningún cambio histórico ha significado mucho más que un cambio en el nombre de sus amos.

“[...] Las nuevas doctrinas surgieron en parte a causa de la acumulación de conocimientos históricos y del aumento del sentido histórico, que apenas había existido antes del siglo XIX. Se entendía ya el movimiento cíclico de la Historia, o parecía entenderse; y al ser comprendido podía ser también alterado. Pero la causa principal y subyacente era que ya a principios del siglo XX era técnicamente posible la igualdad humana. Seguía siendo cierto que los hombres no eran iguales en sus facultades innatas y que las funciones habían de especializarse de modo que favorecían inevitablemente a unos individuos sobre otros; pero ya no eran precisas las diferencias de clase ni las grandes diferencias de riqueza. Antiguamente, las
diferencias de clase no sólo habían sido inevitables, sino deseables. La desigualdad era el precio de la civilización.
Sin embargo, el desarrollo del maquinismo iba a cambiar esto. Aunque fuera aún necesario que los seres humanos realizaran distintas clases de trabajo, ya no era preciso que vivieran en diferentes niveles sociales o económicos. Por tanto, desde el punto de vista de los nuevos grupos que estaban a punto de apoderarse del mando, no era ya la igualdad humana por el que convenía luchar, sino un peligro que había de ser evitado. En épocas más antiguas, cuando una sociedad justa y pacífica no era posible, resultaba muy fácil creer en ella. La idea de un paraíso terrenal en el que los hombres vivieran como hermanos, sin leyes y sin trabajo agotador, estuvo obsesionando a muchas imaginaciones durante miles de años. Y esta visión tuvo una cierta importancia incluso entre los grupos que de hecho se aprovecharon de cada cambio histórico. Los herederos de la Revolución francesa y americana habían creído parcialmente en sus frases sobre los derechos humanos, libertad de expresión, igualdad ante la ley y demás, e incluso se dejaron influir en su conducta por algunas de ellas hasta cierto punto. Pero hacia la década cuarta del siglo XX todas las corrientes de pensamiento político eran autoritarias. Pero ese paraíso terrenal quedó desacreditado precisamente cuando podía haber sido realizado, y en el segundo cuarto del siglo XX volvieron a ponerse en práctica procedimientos que ya no se usaban desde hacía siglos: encarcelamiento sin proceso, empleo de los prisioneros como esclavos, ejecuciones públicas, tortura para extraer confesiones, uso de rehenes y deportación de poblaciones en masa. Todo esto se hizo habitual y fue defendido por individuos considerados como inteligentes y avanzados. Los nuevos sistemas políticos se basaban en la jerarquía y la regimentación.

Salvando un Post: "Hoy"

Bueno, ya con esto tiramos hasta mañana por la mañana... Espero no tener que quedarme hasta las diez de la mañana en el laburo porque mato a alguien... Esto lo escribí hace una eternidad, en uno de esos ataques de depresión que gracias a dios dejé en el pasado... xD

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Hoy muerto espero el mañana.
Tu recuerdo se hace vigente,
pero en el vacío encuentro un mejor lecho.
La herida sigue sangrando,
ahora a tráves de la cicatriz.
Mi paz es la paz de todos.
La desgracia universal es mi propia desgracia.

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Hoy

Hoy me di cuenta que hace muchos, pero mucho tiempo que no usaba, en una entrada del blog o de un mensaje de texto, los siguientes aforismos:

by the way, anyway, you know, wdf?, wtf?, "me sumo a la esperanza de un nuevo amanecer", "hacete ocote/ojete", "saltó a la mierda".

Siento como si no fuera yo mismo, che...

Confesión

La luz hería sus ojos, donde fuera que mirase, como si se encontrara dentro de ella. Cómo había llegado ahí era una pregunta cuya respuesta estaba dispuesto a negar, hasta el fin de sus días. ¿Cómo podía ser ese el precio de la libertad? El silencio, la censura, la opresión. El Dolor. Dios, por favor, que no se repita.

Sentía frío dentro de esa confusión. ¿Era en verdad él quién había hecho todas aquellas cosas? No recordaba haberlas hecho, pero tampoco podía negarlas. Los hechos que le presentaban eran pruebas irrefutables que lo implicaban y sabía que no podría cuestionarlas. ¿Se molestaba acaso por eso? Desde el momento en que había decidido involucrarse sabía que la única forma de salirse era irrevocablemente muerto. Hasta se lo habían dicho, para ver si se eran capaz de arrepentirse en el último momento. Le habían jurar fidelidad a una causa de la que no sabía si existía en realidad.

Pero creía en ella, y en el hombre que les decía en que creer. Pero si hasta podía haber apagado el infernal aparato aquel, dejándoles un mínimo momento de libertad, verdadera libertad. ¿Se hubiese podido negar a esa prueba irrefutable de poder, de subversión aun más allá de lo que cualquier hombre podría haber llegado a hacer? La respuesta se encontraba perdida en ese torbellino lejano de recuerdos y memorias, que parecían pertenecer a otro hombre. El dolor ofucasba todo.

Escuchaba una voz familiar, pero no podía dar con ella. Escuchaba como le decía en qué creer y le informaba de todos los delitos que había cometido, la sucia manera en que había traicionado a toda una forma de vida. De eso recordaba poco, sólo su intento de éfimera libertad y el contorno difuso de una muchacha a la que podría haber amado.

Un fuerte impuso eléctrico recorrió su cuerpo. Sintió cada célula estremecerse y liberar el odio que acumulaba en la forma desgarradora del grito. Se sintió cansado y odio con las pocas fuerzas que le quedaban al hombre que tenía al lado, al que había idolatrado.

La luz se hizo más intensa, pero no podía verse, ni levantar la cabeza. No sabía si era porque estaba atado de algún modo a la tabla gélida que lo sostenía o porque esa fuerza aniquiladora que lo recorría le nublaba la vista. ¿Acaso importaba?

Sintió una mano que se apoyaba en su hombro, y en frente de él se dibujaron de vuelta los fantasmales números de esa rueda maldita.

- ¿Y, Winston? - dijo la voz, más soberbia que nunca -. ¿Cuanto son dos y dos?

Decidió no responder, mientras su cuerpo se convulsionaba al ver como los números en la estrecha esfera iban aumentando.


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Bueno, es un cuento que está basado en un fragmento del excelente libro de George Orwell, 1984.

"La libertad es poder decir que dos y dos son cuatro" (Winston Smith, 1984)