Grata Sorpresa

El martes, al querer ir a ver "2001: Odisea en el Espacio" del maestro Kubrick, motivado por un cartel que mostraba la nave de anillos circulares de la citada película y sin prestarle atención alguna a las letras blancas, me dirigí al Cine Club Municipal, donde me topé con que en verdad era un concierto de una banda llamada "Los Vacas", en honor a la obra del genial director.

Teniendo en cuenta que había gastado $6 en la entrada y no me quedaba mucha plata más para llevar a buen término algún plan alternativo, decidí quedarme, en plan de ver de que iba la cosa.

Esperé, con paciencia, haciendo la cola en un salón lleno de gente, lo que me indicó que era un evento "culturalmente" masivo, donde uno, por más intelectual que se crea, no puede no sentirse descolocado. Al rato, pasamos a la salay tomé asiento más o menos a la mitad de toda la tribunilla. Era el tercero contando desde la puerta de la izquierda. Viene un chabón, re piola, "te podés correr, por favor?". "Si, no hay drama". Me paso al asiento de al lado, esa pequeña tierra de nadie, el colchón que dejamos para separarnos de alguna pareja o grupo de chicos que concurren todos juntos al cine.

Se apagan las luces. Empieza la película.

The Dawn of Man. Los monos, la música de Strauss (si no me equivoco) y la metáfora que el amanecer del hombre es mediante la violencia. Por eso el mono chocho con el huesito meta que meta romper otros huesos. Después se carga a otro monito en la disputa por un faquin charquito de agua. El primer homicidio de la historia humana, por lo menos en la pantalla grande. Fondo negro. Pasemos al espacio.

"What the fuck?". Los acordes distorsionados del bajo y la guitarra me indicaban que eso que sonaba distaba mucho de ser "El Danubio Azul", conocido por la mayoría como el vals de quince. Felicitaciones muchachos. Todo dejo de ser lo que era.

De ahí en más, pasé una hora y media contemplando absorto como esa banda, desconocida por mi hasta hacía media hora, me maravillaba con su excelente lirismo. Tocaban, agradecian, el vocalista no tenía preparado ningún discurso e improvisó un "bueno... nada" sobre la marcha, volvían a tocar, paraban, aplausos. Una secuencia que grabé en mi mente.

Una pic de la noche: HAL rogándole a Dave que se detuviera, preguntándole por qué le hacía esto. De fondo, el ruido pinkfloydeano de la guitarra, el bajo y la bateria invitando a contemplar maravillados el frío y calculado homicidio.

Fondo negro. FlashBack. Dave encerrado en la inmensidad del espacio. Tremenda ironia. HAL, comportándose como un perfecto y añorable hijo de puta. "No puedo comprometer la misión, Dave". La terrible verdad.

Dave sobre un piso brillante. Para que chupés esta, crisis energética. Comiendo, mira la cama, y ahí esta Dave. En el medio de la habitación el monolito. Después, el feto mirando al mundo.

Riff merecedor de la inmortalidad. La batería que alocada nos regala una sonrisa. El bajo que pronto queda en silencio. Un aplauso muy bien merecido.

Después salí de vuelta a la calle, y me encaminé hacia la terminal. Prendí mi celular y un mensaje de Fede esperaba: "¿Qué tal la película?"

La respuesta: "Jamás podría agradecer haberme equivocado tanto"