miércoles, agosto 29, 2007

A las 11 de la mañana

No puedo sentirme más indignado. Honestamente. Después de haber empezado el día con el pie derecho, por decirlo así, y haberme puesto a redactar mi primera review para un futuro proy[censored], me dirigí, tal cual me habían citado y con la hora y media de anticipación que debo tomar cada vez que tengo que ir al trabajo, a una reunión que estaba pactada para las diez de la mañana. Al llegar, extraña pero rigurosamente puntual, y esperar una infructuosa media hora, me informaron que la reunión se posponía hasta las doce del mediodía, y todo aquel que faltara sería "correspondientemente" sancionado.

Se ha perdido, lamentablemente, la cultura de trabajo y el respeto a quienes trabajan, por parte del jefe y del empleado. Una pena que así sea, pero hoy por hoy, debido a la oferta laboral que existe en el mercado, cada vez se dan más situaciones como las que sufren los empleados del "Hospital Español".

En particular, y como es mi segundo trabajo y mi primer (espero que no sea el único) trabajo en serio, la situación laboral en la que me encuentro no me sorprende ni me afecta, pero si me indigna. Ya que los medios no hacen mella alguna de nuestros reclamos, y como el "síndicato" (entre comillas, porque lo único que buscan sus dirigentes es hacer política en algún organismo público, como el actual secretario) decidió desentenderse de nuestro problema debido a que nosotros (refiriendose a los empleados, a quienes ellos deberían representar) no hacíamos nada para mejorar nuestra situación, me parece que este es uno de los pocos lugares donde se va hablar del tema.

  • Primero, el Hospital Español (gerenciado por una empresa de dudosa legalidad llamada "Medical Plaza S.A") debe a todos sus empleados, los aguinaldos del mes de diciembre del dos mil seis y de julio de dos mil siete.
  • Segundo, no acata el acuerdo sindical del último aumento salarial (correspondiente a enero de este año, y consistente en un monto aproximado al 10 o 12 % del monto anterior), y nos paga el sueldo de acuerdo a la escala salarial de diciembre del dos mil seis.
  • Tercero, no paga en término los sueldos, y no los paga al 100 %, sino que nos van dando de a montos a lo largo del mes, empezando por una fecha cercana al 20 de cada mes.
  • Cuarto, nos hacen las retenciones reglamentarias, el 16 % del sueldo bruto, pero no nos hacen los aportes, por lo cual el único lugar donde podemos hacer atender es en esa institución, donde de paso se esfuerzan en hacernos creer que "nos están haciendo un favor"
  • Quinto, no hacen las correspondientes denuncias en las ART, y, por lo tanto, los empleados deben costearse sus propios tratamientos.
  • Sexto, trabajamos más horas que las 200 que dice el Ministerio de Trabajo que hay que trabajar, y nos pagan menos que nos deberían, sobre todo en conceptos de horas extras, francos trabajados, feriados laborales, etc...

¿Cuanta culpa hay de todo esto a nuestros benditos empleadores? Mucha, es cierto, pero también nosotros tenemos algo de culpa por dejarnos atropellar de semejante manera. No haciendo valer nuestro derecho por miedo al despótico reaccionar que seguramente tendrán los "jefes" para con cualquiera que trate de levantar un poco la voz, estamos legitimando que se aprovechen de nuestra situación para extender un manto de silencio sobre todo lo que está sucediendo.

Y sin embargo, no nos indignamos con nosotros mismos. Estamos en nuestro derecho de no sentirnos así. Seguimos nuestras vidas llevando adelante los proyectos que tenemos en mente, tratando de sobrellevarnos y acomodando nuestra vida ante esa azarosa cuestión que es el pago de nuestros merecidos haberes.

Yo sigo trabajando en este blog y desarrollando un poco el futuro lanzamiento de mi blog de abandonware, a pesar de no tener casi tiempo (y en breve, recursos) para seguir trabajando y posteando con la comodidad que, podría decirse, alguna vez tuve. Pero no dejaré que la flaqueza se me imponga y trataré de llevar este proyecto (como otros tantos que estuve a punto de abandonar culpa de días como el de hoy) a buen puerto, y retomar todo lo que estaba dejando a un lado, para poder sentirme ligeramente realizado.

Espero, ahora que miró la puerta de vidrio que hay a mi derecha, que el mundo que esta ahí afuera no sea tan injusto con quienes me sucederán, ya sea en mi terrenal existencia, o en la secretaria de la guardia del hospital.

(Edited)

This Post's Soundtrack: Limp Bizkit - Head for the Barricade

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