lunes, noviembre 19, 2007

One for the road

"Una para el camino"



La voz nacía entre las grietas de la memoria y se convertía en un grito real que latía sobre sus sienes, movilizando asi el aura que ostentaba encima de su mente. Los recuerdos de una noche digna de olvido permanecian expectante para abalanzarse sobre el espejo y mostrar figuras irreales en los contornos de las ojeras, los labios resecos y en el chupón que asomaba por la base del cuello.



- La puta madre - murmuró, mientras veía el recorrido del agua haciendo un remolino al fondo de la pileta.



En su cabeza, un dolor punzante lo obligaba a mirarse con detenimiento y descubrir en las orbitas rojilineas que contorneaban sus ojos azules alguna respuesta al vacío oscuro que pendían sobre algunas horas. Tenía la lengua reseca y la garganta colmada de arena, preguntas y vacilantes respuestas, que más que respuestas eran excusas.



Miro por encima del hombro, a través de la puerta, y descubrió su tierna belleza asomandose desnuda por entre las sábanas, respirando tranquilamente y abrazada al espacio vacante que su cuerpo había moldeado sobre ese colchón. Él la miró a través del marco de la puerta y en su corazón se despertó una angustia celosa de pasos y melancolías, a contra mano de lo que surgía por otros lados de su cuerpo.



Volvió a mirar al espejo, tratando de escapar a la hipnotizante piel tersa que invitaba a la caricia y a la perdición. Vio en su rostro la tentación y el fraude, el ansiado placer y la inminente desgracia de tener que volver pronto a una tierra plagada de excusas y sinsabores.


Salió del baño y dejó el agua corriendo, para llenar el silencio con el ruido de una cascada lejana perdida entre zumbidos, bocinas y el paso pesado de los camiones. Afuera, más alla de la luz mortecina que se colaba por la persina mal cerrada, un mundo se ponía en marcha y hacia correr las agujas del reloj que tenía en delante de la cama, encima del televisor que funcionaba a monedas.



La miro, con cierta timidez que la noche anterior no había poseído, y con una mano recorrió la piel dorada, sintiendo como despertaba en su pecho las contradictorias emociones de amaneceres desprolijos. Era hermosa, no podia dudarlo. El cabello morocho apenas se había despeinado y el rojo carmesi de su pintura para labios mostraba la frescura de las estrellas palpitando bajo la noche. Plateada, la luna parecia demorarase en los ribetes de la palidez sin broncear de sus senos.



Tenía en sus labios el sabor de su lengua y en sus oidos las palabras que habian empezado ese derrotero



- Es tan solo uno más para el camino.



Suspiró y, sin importarle demasiado, del cajón sacó un arma y disparó.



Cuando uno estaba dispuesto a traicionar, tenía que jugarse al todo por el todo.

3 sorprendidos por semejante idiotez:

El Holandés Herrante dijo...

Juas!
Que finalito, muy bueno.
Buen desarrollo y excelente final.
Me cagó de gusto.
Saludos.

Antuchi dijo...

Impactante, quiero que seas mi escritor ya! de mis novelas que no puedo terminar

N@tySan dijo...

Me gustó mucho mucho, ya te lo comenté pero lo repetimos por aquí.

Saludos y besos!!

P.D: AY...dolor...y chispazos de furia contenida...aunque a ctrl+C y ctrl+V no le ganan... ;)