miércoles, septiembre 05, 2007

Disclaimer

No me gusta poner excusas. No creo que en verdad solucionen nada y es mejor dejarlo del modo en que las cosas se han hecho o se han echado a perder. ¿De qué sirve decir que uno le va a poner énfasis a algo, cuando en verdad sabe que no va a poder llevarlo a cabo? ¿Por qué se engaña diciendo que puede cuando bien sabe que la realidad en cual está es otra? ¿Por qué entonces se encamina ilusionado a sabiendas que no va a terminarlo y va a quedar flotando con ese aire de “inconcluso” o de improbable “continuará…”? ¿Hay una respuesta a la conciente desilusión que provoca estos transitares mal guiados?

A mi me gusta, particularmente, iniciar proyectos. O al menos fantasear con que se pueden llevar a cabo, por más que no cuente con la gente ni los medios apropiados para encomendarme al ciento por ciento en la tarea. Suena muy estúpido, es cierto, pero pocas veces uno se siente tan pleno y tan vivo cuando sabe que está dejando cuerpo y alma en algo que le encanta, por más que su fibra intima le diga que es probable que esté perdiendo el tiempo de forma irremediable.

¿A que viene todo esto? Y sí, al blog, por supuesto, al que dije que trataría de actualizarlo de forma diaria, pero que, por ¿flojera?¿vagancia?¿trabajo? dejé este último fin de semana un poco de lado. Una pena porque el fin de semana se prestó extremadamente interesante, debido a unas cuantas cosas.

Las elecciones: Acá en Córdoba hubo elecciones para elegir al Gobernador y para los miembros de la Legislatura Provincial (conocida como (voz profunda de paranoia conspirativa) “la Unicameral"), en el caso de mi pueblo, aunque en Córdoba Capital (30 kilómetros para allá) se eligió también a intendente y el correspondiente Concejo Deliberante. Lástima que fue muy tarde cuando me di cuenta que podría haber hecho “live posting” con el cabeza a cabeza que disputaron Juez y Schiaretti a lo largo de toda la noche y que fue, a pesar de la sencillez del gráfico flash que utilizó La Voz Del Interior para hacerlo, emocionante. Otra cosa que pasó en las elecciones es que, por querer cumplir mi deber cívico temprano para llegar a casa a dormir hasta entrada la tarde (recuerden que trabajo de noche), me querían hacer quedar como presidente de mesa. Sí, la misma cara puse yo. Resulta que, si las autoridades de mesa correspondientes no se presentan a cumplir sus funciones, el primer votante… caga, para ser sinceros. Así que me dediqué, durante media hora, a contemplar los carteles que habían pegado la muchachada del cole por todos lados.

El Trabajo: Durante la primera mitad del año, el laburo fue una importante fuente de inspiración y reflexión, debido a que en el puesto en que estaba (camillero) me permitía estar tranquilo. Las cosas en julio cambiaron y pasé a estar en otro puesto, más cómodo y con mayor tranquilidad, por no ser días como estos últimos en que tuve que pasarme bastante tiempo facturando ordenes de consulta, por más que haya un departamento encargado de eso. En fin, la tarea consiste en estar cerca de cuatro horas inventando diagnósticos para que la empresa facture un dinero que los empleados no veremos nunca. Lo cual me lleva a lo tercero.

El Paro: Están de paro todos los empleados afiliados a la Asociación de Trabajadores de la Salud Argentina, o como quiera que sea el nombre, al cual yo no pertenezco ni buscaré pertenecer. Son razones bastante personales, pero distan mucho de no compartir la causa que mis compañeros defienden, que es el reconocimiento de las mejoras salariales logradas en diciembre del último año. Por lo cual, siendo honestos, el paro me parece justificado en todo sentido, aunque al trabajar en la guardia y seamos siempre guardia mínima administrativa no pueda estar con ellos. Los reclamos son por el reconocimiento del 19% de aumento logrado en diciembre del 2006, con pago de retroactivos a la fecha, los 300 pesos no remunerativos que tendríamos que haber cobrado en los primeros meses del año (100 por mes) y los aguinaldos de diciembre del 2006 y el de julio del corriente. A mí me deben cerca de 1300 pesos, que vendría a sumar todo un sueldo.

Lamentablemente esas cosas me hicieron dejar un poco al blog de lado porque no me encontraba ni con ideas ni con ganas de publicar nada, así que me dediqué a buscar juegos de abandonware en internet y a explorar unas páginas de descargas, para escribir futuras reseñas para la gran novedad que pronto les voy a comunicar.

Una lástima haber empezado septiembre sin un post, debido al buen ritmo que había adquirido a lo largo de agosto.

Todo esto me ha servido para darme cuenta de una cosa, que dista de ser insignificante: Uno se encamina en distintos proyectos que van más allá del resultado, sólo por el hecho de encontrar placenteros el camino de desarrollar una idea.

La felicidad radica en su búsqueda, no en encontrarla. Y me valió todo un fin de semana de reflexión.

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